Ocho de cada diez españoles no creen que la COP30 tendrá efectos reales sobre el cambio climático, según Ipsos

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Ocho de cada diez españoles no creen que saldrán medidas "efectivas" contra el cambio climático de la Cumbre del Clima (COP30) que se celebra desde este jueves en Belém (Brasil) y seis de cada diez (63%) piensan que el evento es "simbólico", lo que convierte a la población española en la tercera más escéptica sobre la COP30 después de Francia (73%) e Italia (64%).


Aun así, un 38% de españoles declara que celebrar la COP30 en Brasil aumentará sus opciones de éxito y un 48% la percibe como una oportunidad para que Brasil muestre liderazgo en sostenibilidad. Estas son algunas de las conclusiones recogidas en 'Actitudes sobre la COP30', un estudio que Ipsos ha realizado en 30 países y que ha publicado este viernes.


Para elaborarlo, entrevistó a 23.700 personas a través de su plataforma 'online' Global Advisor y, en India, en su plataforma IndiaBus, entre el viernes 20 de junio y el viernes 4 de julio de 2025. En total, recogió las opiniones de 1.000 participantes en España. A partir de estos datos, el informe señala que una media global del 34% de los participantes cree que no se tomarán medidas reales en la COP30 y casi la mitad (49%) opina que es una reunión de líderes con carácter simbólico.


Por generaciones, indica que los 'baby boomers' son los más escépticos con respecto a la efectividad de la Cumbre del Clima (72%). Si bien la Generación Z es la que se muestra más optimista sobre el impacto de la COP30 (37%), también es la generación que más percibe esta reunión internacional como simbólica (43%).


En líneas generales, el texto muestra que el conocimiento sobre la Cumbre del Clima es limitado, ya que a nivel global sólo el 12% de los entrevistados saben que se está celebrando en Belém (Brasil), porcentaje que baja al 6% entre los participantes españoles. Además, más de la mitad de la población española (54%) desconoce que la COP30 es una negociación entre países para acordar acciones contra el cambio climático.


Cuatro de cada diez españoles creen que el éxito de la COP30 tendría que pasar por un acuerdo que blinde la protección y reforestación de los bosques y que, además, acelere la transición hacia una economía sostenible. En esa línea, tres de cada diez apuntan que no basta con detener la deforestación: también es necesario compensar y restaurar el daño ya causado.


LAS EMPRESAS DEBEN DESTINAR DINERO A MEDIDAS CLIMÁTICAS


Más allá de la Cumbre del Clima, la investigación de Ipsos también estudia las opiniones en cuanto a qué prioridades debe tener la sociedad en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, muestra que para dos de cada tres españoles (66%), la urgencia pasa porque las empresas dejen de anteponer el beneficio económico al cuidado del medioambiente y alineen sus decisiones con objetivos climáticos medibles.


En coherencia con esa demanda, el 65% apoya que compañías e industrias destinen parte de sus beneficios a financiar medidas contra el cambio climático. Además, más de la mitad (56%) considera que las personas con mayor patrimonio deberían asumir la mayor parte del coste.


Un porcentaje similar (52%) opina que los países más desarrollados deben aportar soluciones financieras a los más afectados por los desastres climáticos. Por último, un 33% de los participantes españoles percibe que la expansión de la industria agrícola es incompatible con la protección del Amazonas, una tensión que, a su juicio, exige políticas más estrictas de conservación y trazabilidad.


El estudio muestra que para el 43% de la población española la principal barrera para el avance en la lucha contra el cambio climático es la falta de implicación de los líderes políticos, una tendencia que también sigue la media internacional (42%). A esto le sigue el desafío ante la presión de sectores que priorizan el beneficio económico (35%).


Entre los frenos estructurales, tres de cada diez españoles indican que el clima no es una prioridad en la agenda (29%), junto con la falta de financiación (27%) y la escasa aplicación de las normas contra la deforestación y la contaminación (26%). Casi una cuarta parte identifica la dependencia de los combustibles fósiles como el mayor impedimento (24%). Ya en un segundo plano aparecen la falta de tecnología adecuada (17%) y la presión del sector agrícola contrario a las restricciones ambientales (15%).


europapress