BRUSELAS 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Bélgica, Bart de Wever, ha pedido este miércoles al rey una nueva prórroga de 50 días para tratar de cerrar con los partidos que sostienen su Gobierno de coalición un acuerdo sobre los presupuestos para los próximos cinco años y después ha asegurado que no pedirá nuevos aplazamientos, lo que se ha interpretado como un aviso de que si fracasa dejará el cargo.
El Ejecutivo negocia contrarreloj las reformas que permitan recortar en 10.000 millones de euros el gasto de aquí a 2030, un objetivo que forma parte del pacto de gobierno pero cuyas reformas no se han concretado, aunque sí han encontrado un fuerte rechazo social con varias huelgas en el país.
En este contexto, el líder del partido de ultraderecha flamenca N-VA y primer ministro belga ha comparecido en sede parlamentaria tras su encuentro con el rey Felipe y ha revelado que en su encuentro le ha pedido "50 días más" para buscar el acuerdo.
"Pero he dejado claro que este plazo no se prorrogará", ha remachado De Wever, quien ha avisado a los parlamentarios de que si fracasa este intento Bélgica entrará a partir de enero en una fase de prórrogas mensuales del gasto, lo que limitará enormemente su gestión.
El Gobierno de coalición, conocido como el Ejecutivo 'Arizona' por coincidir los colores de los cinco partidos que lo forman con los de la bandera del estado estadounidense, mantiene varias reformas en suspenso por la falta de entendimiento.
En un comunicado, la Casa Real belga ha apuntado que el rey ha sido informado por el primer ministro de los "desacuerdos persistentes" sobre las cuestiones presupuestarias, pero también que los partidos de la coalición "quieren continuar el trabajo" para intentar cumplir con el acuerdo.
En este contexto, añade el comunicado, toma nota de las conclusiones presentadas por De Wever y pide a los partidos que "asuman su responsabilidad y superen las divergencias", de modo que el país cuente "cuanto antes con una trayectoria presupuestaria clara para los próximos años".
Junto a la N-VA, el Gobierno se apoya en los socialistas flamencos (Vooruit), los democristianos de Flandes (CD&V) y de Valonia (Les Engagés) y en los liberales francófonos (MR).