Ángel Acevedo-Duque, Académico investigador, Universidad Autónoma de Chile

​Contrato emocional

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Sr. Director,


El reciente Barómetro Preferencial del Trabajador Corporativo 2025, elaborado por Jones Lang LaSalle, confirma el profundo cambio cultural que atraviesa hoy el mundo laboral, donde el bienestar y el equilibrio entre la vida personal y profesional parecen pesar más que el salario


Según el estudio que encuestó a 8.700 empleados en 31 países el 65% prioriza mantener ese balance por sobre su remuneración. Entre los jóvenes de 18 a 34 años, además, surgen nuevas demandas: visibilidad, reconocimiento simbólico y sentido de pertenencia. En definitiva, una búsqueda de propósito.


Este hallazgo pone en relieve un fenómeno que en Chile también está tomando fuerza: el nuevo contrato emocional entre empleado y organización. En un contexto de transformación tecnológica, modelos híbridos y agotamiento creciente, los trabajadores ya no se conforman con estabilidad o beneficios materiales, sino que exigen entornos saludables, flexibles y coherentes con sus valores.


El dato es inquietante: el 57% de los encuestados evalúa renunciar por falta de flexibilidad, oportunidades o salarios adecuados. Es decir, no se trata de deslealtad, sino de una búsqueda de coherencia y bienestar integral.


Redefinir el valor del trabajo en clave de propósito no solo de resultados es quizás el mayor desafío de esta década. Quienes logren hacerlo, comprenderán que el bienestar no es un beneficio adicional, sino el cimiento de empresas más comprometidas, innovadoras y preparadas para el futuro.


Ángel Acevedo-Duque

Académico investigador, Universidad Autónoma de Chile

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