Sr. Director,
El reciente colapso, reanimación e infarto agudo al miocardio sufrido por el ex arquero y seleccionado nacional, Patricio Toledo durante el partido de despedida de la U. Católica recuerda que la diferencia entre una muerte súbita recuperada, versus un eventual desenlace fatal se puede determinar en segundos. La inmediata intervención de sus compañeros y del personal capacitado del recinto, la aplicación precoz de maniobras de reanimación cardiopulmonar y la disponibilidad de un desfibrilador en el recinto, junto al rápido traslado en ambulancia, fueron determinantes para su estabilización, manejo inicial y marcaron la diferencia entre la vida y la muerte.
Desde la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU) hacemos un llamado a reforzar estos protocolos en todo evento o actividad con asistencia masiva. Además, tal como lo señala la Ley 21.156, conocida como “Ley DEA”, todos los recintos que aglomeran a una gran cantidad de personas deben contar con Desfibriladores Externos Automáticos disponibles.
La mayoría de las instituciones han cumplido con la medida, sin embargo, no cuentan con la formación necesaria para utilizarlos. La meta es que, tal como lo hicieron los jugadores con Patricio, todos los miembros de la comunidad sepan ocuparlos.
Dotar a recintos de actividades masivas con DEA accesibles y capacitar de forma continua al staff en RCP básica y en el uso de desfibriladores es esencial. La medicina de urgencia no solo atiende la crisis: promueve prevención, formación y sistemas de respuesta integrados que salvan vidas.
Dr. Allan Mix
Presidente
Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU)