​La nueva Fiscalía Supraterritorial: Una mejora concreta del principio de unidad de acción

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Pablo Larredonda


La nueva unidad especializada en la persecución del crimen organizado y delitos de alta complejidad, pretende materializar una mayor eficiencia de gestión a nivel nacional, constituyéndose en teoría, en una mejora del principio de unidad de acción, establecido en la Ley 19640. (Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público).


De esta forma el día 02 de septiembre de 2025 el Fiscal nacional, actuando dentro de la esfera de sus atribuciones, designó como fiscal jefe de la referida unidad especializada a don Miguel Ángel Orellana, persecutor con amplia experiencia acreditada, al interior de la institución.


No obstante, el avance evidente que significa la creación e implementación de la fiscalía supraterritorial para enfrentar los nuevos desafíos de la criminalidad organizada -con brazos operativos a nivel nacional e internacional-, el desempeño de esta unidad deberá sortear algunos eventuales inconvenientes propios e inherentes a su génesis. Estos son, la palmaria concentración de poder en la figura del Fiscal Nacional, quien de manera autónoma designa a la jefatura supraterritorial, siendo por ende su superior jerárquico directo, con una clara y riesgosa posibilidad de injerencia en las investigaciones por parte del Fiscal Nacional. Lo anterior, ligado a la necesaria clarificación de los criterios de actuación y vinculación de esta unidad con las distintas fiscalías regionales existentes en Chile, cuyas jefaturas, en lo que dice relación con sus nombramientos, estos no dependen exclusivamente del Fiscal Nacional, sino que, se requiere la intervención del Poder Judicial. Esto les otorga un mayor grado de independencia, por lo que, eventualmente se podrían generar discrepancias de criterios con la Fiscalía Supraterritorial, en casos de alta connotación pública, sin perjuicio de los recursos económicos que deben ser aplicados en esta nueva puesta en escena del aparataje de persecución criminal.


Resulta deseable que esta nueva realidad institucional del Ministerio Publico, en lo sucesivo, se encuentre exenta de intervencionismo político y que traiga consigo una eficiente persecución penal, sin distinción respecto de quienes son investigados por esta nueva unidad especializada, dependiente exclusivamente de la figura del Fiscal Nacional.


Pablo Larredonda Alcayaga

Abogado penalista, exfiscal del Ministerio Público

Estudio Jurídico Molina Matta y Asociados

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