Agenda 2030: La convicción de lo posible

|

MARGARITA DUCCI 2025 3  (1)

A cinco años del plazo para alcanzar las metas de la Agenda 2030 la pregunta clave no es si llegaremos a cumplirlas, sino cómo vamos a acelerar las acciones concretas para lograrlo. Más aún cuando el informe de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2025 revela que solo el 35% de las metas están en camino de alcanzarse o registran avances moderados. Asimismo, advierte que un 18% está retrocediendo. El estancamiento a nivel mundial no responde a un único factor, sino a una confluencia de crisis interconectadas. La pandemia de COVID-19 dejó cicatrices profundas en los sistemas de salud, la educación y la economía, revirtiendo años de progreso. A esto se suman los efectos devastadores de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, las tensiones geopolíticas, los shocks económicos y los conflictos armados, que han generado una crisis humanitaria sin precedentes. Sin embargo, estos mismos desafíos han puesto en evidencia la interconexión de los ODS y la necesidad imperiosa de abordarlos de manera integral. No podemos solucionar la pobreza (ODS 1) sin acción climática (ODS 13) o sin promover el trabajo decente (ODS 8) y la igualdad de género (ODS 5). A su vez, la digitalización y la inteligencia artificial, bien gobernadas, pueden ser grandes aliadas. El ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos) es, quizás, el más importante de todos.



Según el Índice de Desarrollo Sostenible, Chile ocupa el puesto 35 de 167 países y lidera entre los países de la OCDE en América Latina. Esto se debe, a la solidez de nuestra institucionalidad, a la disponibilidad de datos y a un sector privado que ha sido proactivo en integrar la sostenibilidad en sus estrategias. Chile destaca en áreas como la reducción de la pobreza (ODS 1), el acceso a energía asequible y no contaminante (ODS 7), conectividad digital (ODS 9), y la solidez de las instituciones (ODS 16). Por ello, más que preguntarnos cuánto es posible acercarnos a cumplir las metas, debemos preguntarnos si estamos dispuestos a transformar radicalmente nuestros modelos de desarrollo. Esta nueva realidad implica no sólo considerar más inversión, sino una mejor inversión, canalizando capital hacia proyectos que generen retornos financieros, sociales y ambientales positivos. Necesitamos más y nuevas tecnologías limpias, modelos de negocio verdes e innovadores, y políticas públicas que nos permitan dar saltos cuánticos en áreas como la energía limpia, la economía circular y la agricultura regenerativa.


Desde el sector privado, y en particular desde las más de 200 empresas que forman parte de Pacto Global Chile, asumimos este desafío con la convicción de que somos parte de la solución, con un profundo sentido de urgencia y oportunidad. Para acelerar el tranco, la clave es la colaboración. Necesitamos forjar alianzas público-privadas más sólidas y efectivas, que nos permitan escalar las soluciones que ya sabemos que funcionan y movilizar la inversión necesaria. Para llegar a los territorios, Pacto Global ha dado un impulso importante a sus consejos regionales y se está creando uno nuevo, de la región de Coquimbo. La Agenda 2030 no fue concebida como una lista de tareas, sino como una invitación a repensar el bienestar humano y planetario. Porque cumplir las metas en los próximos cinco años es, sin duda, un desafío monumental que requiere una movilización sin precedentes de recursos, voluntad política y, fundamentalmente, innovación y colaboración del sector privado. Estamos en un momento decisivo. O redoblamos nuestros esfuerzos con un sentido de urgencia y responsabilidad compartida, o corremos el riesgo de que la promesa de un futuro más justo, pacífico y sostenible para todos se nos escape de las manos. 


Margarita Ducci

Directora ejecutiva de Pacto Global Chile de Naciones Unidas

europapress