La onza de oro troy, activo refugio por antonomasia, firmaba en la tarde de este viernes un nuevo máximo histórico en los 3.600 dólares con una subida de un 1,5% ante el mal dato de empleo en Estados Unidos y que apuntala la expectativa de bajadas de tipos de la Reserva Federal (Fed).
Según los datos del mercado consultados por Europa Press, el metal precioso ha firmado un nuevo máximo histórico en los 3.600,16 dólares, superando así las marcas previas de esta misma semana, periodo en el que ha consolidado los 3.500 dólares, si bien ya el pasado 21 de abril llegó a tocar momentáneamente esa cota. En el cómputo semanal, la onza de oro cosecha una subida de más de un 4%.
En un plano más amplio, el metal dorado acumula una revalorización superior al 37% en lo que va de año y del 20% desde que el pasado 14 de marzo superase por vez primera la cota de los 3.000 dólares.
Los últimos catalizadores alcistas del oro se explican por el débil informe de empleo de Estados Unidos, en tanto que el mercado laboral creó 22.000 empleos en agosto y la tasa de paro subió una décima, al 4,3%, el nivel más alto desde 2021.
Además, se ha revisado a la baja el dato de junio, que ha pasado de crear empleo a registrar la destrucción de 13.000 puestos, rompiendo así con una racha de 53 meses creando empleo.
"El informe prácticamente logra un equilibrio entre reforzar las expectativas del mercado de una serie de recortes de tipos por parte de la Fed y no generar aún nuevas preocupaciones sobre una recesión, por lo que la respuesta general del mercado debería ser moderadamente positiva", ha valorado el analista de mercados, Manuel Pinto, en cuanto a la interpretación del informe de empleo del país norteamericano.
Sin embargo, ha constatado que la preocupación por la salud de la economía está empezando a surgir y que un mayor deterioro de la salud del mercado laboral pronto inclinaría la balanza hacia la conclusión de que "las malas noticias son simplemente malas noticias", lo que también serviría de acicate para el oro por su condición de 'valor refugio'.
También ha servido de apoyo a lo largo de la semana para la cotización del oro la tensión en torno a la independencia de la Fed, toda vez que el inquilino de la Casa Blanca ha forzado el despido de la gobernadora del banco central, Lisa Cook, por una supuesta falsificación de documentos en distintas solicitudes de hipotecas.
Asimismo, tal y como apuntan los analistas de Renta 4, el oro y otros tantos activos financieros están pendientes en las próximas semanas de las entrevistas que realizará el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, a los candidatos a sustituir a Jerome Powell al frente de la Fed una vez finalice su mandato en mayo de 2026.
"A partir de ahí, es previsible que Bessent presente tres o cuatro nombres a Trump entre los que éste decidirá quién será el próximo presidente de la Fed (y presidente "en la sombra" hasta que el relevo se haga oficial)", han pronosticado.
De hecho, el gobernador de la Fed y uno de los posibles sucesores al frente del banco central, Christopher Waller, ha insistido esta semana en que deberían recortarse los tipos de interés ya en la reunión del 17 de septiembre y continuar haciéndolo de cara a los próximos meses en hasta 150 puntos básicos.
Cabe recordar que el oro y el dólar mantienen, según la teoría clásica, una correlación inversa, ya que cuando baja el 'precio del dinero' (los tipos de interés) son necesarios más dólares para comprar lingotes, en tanto que una política monetaria dura presiona el precio del metal.
Otro factor determinante en cuanto a la evolución del oro, según el gestor de inversiones oro y plata de Jupiter AM, Chris Mahoney, será la actividad de los bancos centrales como demandantes del metal: "Las compras oficiales tienden a intensificarse en la segunda mitad del año y, según una encuesta reciente del Consejo Mundial del Oro, el 43% de las entidades monetarias tiene intención de aumentar sus reservas en los próximos meses", ha indicado.