El petróleo retrocede y genera incertidumbre en los mercados globales

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"El mercado petrolero cerró la semana con una marcada tendencia bajista. Tanto el Brent como el WTI acumularon tres sesiones consecutivas de pérdidas, cayendo a sus niveles más bajos en semanas. El Brent se ubicó cerca de los $65.10 dólares por barril, mientras que el WTI retrocedió hasta los $61.45 dólares, registrando descensos semanales de más del 6%. Este retroceso refleja la combinación de un repunte en la oferta y señales de debilitamiento en la demanda.


La presión sobre los precios se intensificó tras la publicación de datos en Estados Unidos que mostraron un inesperado aumento en los inventarios de crudo. Este exceso de reservas genera dudas sobre la solidez de la demanda, especialmente en un contexto donde los mercados energéticos ya enfrentaban volatilidad por la dinámica global. El factor norteamericano fue clave para inclinar la balanza hacia una corrección a la baja.


En el plano internacional, el centro de atención se encuentra en la reunión de la OPEP+ programada para este domingo. El cartel de productores evalúa la posibilidad de incrementar su nivel de bombeo, una medida que podría reforzar la actual presión bajista sobre los precios. Esta decisión, de concretarse, tendría un efecto directo en los balances de oferta y demanda durante los próximos meses.


No obstante, persisten riesgos geopolíticos que limitan las caídas y generan un suelo potencial para las cotizaciones. En particular, las posibles sanciones occidentales contra el crudo ruso mantienen en vilo a los inversionistas. Cualquier interrupción en los flujos provenientes de Moscú podría impulsar un repunte brusco en los precios internacionales, dado el peso de Rusia en el suministro energético global.


Otro factor a considerar es la evolución del consumo energético en Asia, especialmente en China e India, donde los indicadores de actividad industrial han mostrado señales mixtas en las últimas semanas. Una ralentización en la demanda asiática podría profundizar el ajuste a la baja, mientras que una recuperación más sólida sería un contrapeso importante para estabilizar el mercado.


Por su parte, en Estados Unidos, la evolución de la política monetaria de la Reserva Federal también juega un papel clave. Tasas de interés más elevadas suelen fortalecer al dólar y encarecer las materias primas para los compradores internacionales, generando presiones adicionales sobre el petróleo. Este vínculo entre energía y política monetaria se ha vuelto más relevante en el actual contexto financiero.


Los analistas coinciden en que la volatilidad seguirá presente en las próximas semanas. La interacción entre los factores de oferta, aumentos de producción e inventarios elevados y los riesgos geopolíticos determinará el rumbo inmediato de las cotizaciones. La reunión de la OPEP+ y la evolución de la política occidental hacia Rusia serán, sin duda, los ejes centrales a monitorear en el corto plazo.


En conclusión, el retroceso del petróleo refleja un delicado equilibrio entre el exceso de oferta y las amenazas de interrupciones geopolíticas. Aunque las caídas actuales responden principalmente a mayores inventarios y expectativas de más producción, el mercado sigue expuesto a sobresaltos por factores externos. En este escenario, los precios podrían mantenerse volátiles y sujetos a oscilaciones bruscas, con un rango de riesgos que combina debilidad en la demanda, ajustes en la producción y tensiones internacionales.”


Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.


europapress