Un equipo de investigadores del Hospital 12 de Octubre de Madrid ha propuesto un nuevo modelo para mejorar la seguridad en el manejo de la medicación de alto riesgo en entornos hospitalarios complejos, a través de un programa multidisciplinar, adaptado al contexto local y respaldado por estándares nacionales e internacionales.
El estudio, publicado en la revista 'Farmacia Hospitalaria', aboga por la adopción de un protocolo de siete medidas generales, 29 específicas y cinco indicadores de seguimiento que, tras su aplicación durante un año, ha provocado que el 71,5 por ciento de los medicamentos de alto riesgo se almacenasen en ubicaciones de alta seguridad en todas las unidades.
Asimismo, ha posibilitado que el 71,36 por ciento de las prescripciones fuesen validadas en las primeras 24 horas, y que se realizaran 4.366 intervenciones farmacéuticas, de las que el 72,3 por ciento aceptadas.
"La implementación de un programa multidisciplinar, adaptado al contexto local y respaldado por estándares nacionales e internacionales, demuestra que es posible mejorar la trazabilidad, la validación y el almacenamiento seguro de estos fármacos incluso en entornos hospitalarios complejos como el nuestro", ha afirmado la coautora del trabajo, María Dolores Canales, en unas declaraciones facilitadas por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Otra de las medidas clave ha sido la implantación del 'Tall Man Lettering' en todos los sistemas de información, una práctica que consiste en escribir en mayúsculas parte del nombre de un medicamento para ayudar a distinguir los medicamentos que suenan o se parecen entre sí para evitar errores de medicación; la inclusión de alertas automáticas de dosis máximas en la prescripción electrónica; y la recomendación de un doble chequeo independiente en la dispensación.
"En el artículo también proponemos, como línea de trabajo futura, la creación de un cuadro de mandos nacional con indicadores estandarizados que facilite la comparación entre hospitales e impulse la mejora continua", ha añadido la coautora.
Del mismo modo, ha resaltado que estas medidas fomentan una "auténtica cultura" de seguridad al implicar tanto a farmacéuticos como médicos, personal de enfermería y equipos de gestión, lo que "refuerza" su aplicabilidad y potencial de transferencia a otros centros.
Canales también ha considerado que la relevancia de este estudio radica en que aborda "de manera integral" la seguridad del manejo de medicamentos de alto riesgo, que es uno de los ámbitos "prioritarios" en la prevención de errores de medicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad.
En la investigación también han participado los farmacéuticos hospitalarios José Manuel Caro, Siria Pablos, Pedro Pablo Rodríguez, Pilar Gomis, Ángel Tejido y José Miguel Ferrari, junto a la especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Delicias Quintana.