Certificación laboral abre paso a la participación femenina en minería

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Carolina Garciu0301a Huidobro


La minería chilena ha sido históricamente un sector masculino marcado por barreras culturales y estructurales que han limitado la participación femenina. Sin embargo, en los últimos años se ha observado un cambio que, aunque gradual, resulta significativo: la certificación de competencias laborales se ha convertido en una herramienta decisiva para que más mujeres ingresen y se consoliden en un rubro que durante décadas les estuvo vedado.


Este mecanismo permite reconocer formalmente los conocimientos y habilidades adquiridas a través de la experiencia, incluso sin contar títulos formales. Gracias a ello, muchas trabajadoras han podido validar su preparación en oficios técnicos de la minería y competir en igualdad de condiciones frente a sus pares masculinos. El impacto es claro: mientras persiste una brecha de género importante, el número de mujeres que se someten a estos procesos de evaluación ha aumentado sosteniblemente, consolidando una tendencia que ya comienza a reflejarse en faenas y equipos operativos.


El desafío principal no siempre radica en las pruebas técnicas, sino en dar el primer paso para participar. Romper con los prejuicios culturales que asocian la minería al mundo masculino es, en muchos casos, la mayor barrera que enfrentan las mujeres. La certificación actúa entonces como un respaldo objetivo que derriba mitos y valida competencias en función de estándares nacionales, más allá de sesgos o percepciones.


La experiencia muestra que los perfiles técnicos y operativos son los que concentran la mayor participación femenina en estos procesos. Esto refuerza la necesidad de seguir fortaleciendo programas de formación, becas y difusión de oportunidades que incentiven a más mujeres a incorporarse. De hecho, las proyecciones son alentadoras: la meta inicial de alcanzar un 10% de ocupación femenina en minería ya fue superada, y hoy se estima que podría llegar a un 25% en los próximos años si se mantienen los incentivos y políticas inclusivas.


La certificación de competencias no solo mejora la empleabilidad individual, sino que también contribuye a transformar la minería en una industria más equitativa, productiva y diversa. Abrir espacios a las mujeres no es únicamente una cuestión de justicia social; es una estrategia inteligente que potencia la innovación, la seguridad y la sostenibilidad en un sector clave para la economía nacional.


El futuro de la minería no puede escribirse con una sola voz. La incorporación de más mujeres, respaldada por herramientas objetivas como la certificación laboral, es un paso firme hacia una industria que refleja con mayor fidelidad la diversidad del país y que esté mejor preparada para los desafíos que vienen. 



Carolina García-Huidobro – gerente técnica de MG Certifica 

europapress