Acelerar el trabajo legislativo... por favor...

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Germu00e1n Pinto (columnista)


Desde el Absolutismo se ha considerado en Occidente que las leyes son la herramienta básica para generar cambios en la Sociedad, logrando influir en la conducta y la forma de pensar de las personas. Será tal vez por esta premisa cultural que esperamos que los problemas sociales se solucionen con un “paquete de leyes” o con una “agenda social” que conceda los niveles mínimos esperados y demandados por la población en este “estallido social” que aún no ha terminado.

Muchas de las impetraciones manifestadas solo se pueden lograr si el Estado cuenta con mayores recursos, motivo por el cual, el elemento tributario pasa a ser la herramienta principal para satisfacer esas necesidades, siendo la reforma al sistema tributario es un óbice que es menester sortear para poder avanzar en el logro de las demandas.

Lo lamentablemente de ese particular caso, es que desde el año 2014 (en realidad desde antes, pues su discusión fue anterior) estamos debatiendo la mejor forma de optimizar la carga tributaria de los chilenos, aplicando una reforma a contar del 2016 con particulares efectos que no dejaron satisfechos a importantes sectores de la comunidad y fue necesario otra iniciativa legal en esta materia, que derivó en el proyecto de ley de “modernización” tributaria que ingresó en agosto del año 2018 al Congreso y que aún no termina su discusión.

Los argumentos ventilados en las discusiones han tenido un bajo nivel técnico y se han dilatado en disputas y rencillas políticas que han distorsionado los mecanismos de recaudación, generando un sistema tributario complejo que era necesario simplificar para poder lograr una eficiencia tributaria.

El hecho de que el proyecto de Modernización ingresara en agosto del año 2018 y que estuviera un año completo durmiendo en la Cámara de Diputados, es un ejemplo de la desidia de los parlamentarios en el tratamiento de las soluciones que se presentaban para lograr las herramientas necesarias para, en algo, paliar las demandas sociales.

Para colmo de los males, habiendo revivido el debate legislativo sobre el tema tributario, irrumpe en octubre este estallido social exigiendo soluciones, es decir, justo cuando estábamos tratando de perfeccionar la herramienta que ayudaría a dar solución a una parte de las necesidades sociales carentes de satisfacción, la población exige el resultado.

En este escenario, el nuevo ministro Briones realizó urgentes negociaciones con senadores para aprobar el proyecto, ingresando la semana pasada las indicaciones que recogían la “negociación” que se había realizado. Grande fue mi sorpresa cuando leí que tales liberaciones de los escollos presentados por la Oposición, no eran más que limitaciones, precisiones y algunos énfasis (salvo el nuevo tramo para aplicar las contribuciones a bienes raíces de altos avalúos fiscales, mecanismo cuya ineficiencia ya he comentado anteriormente) sin entender por qué tanta dilatación, pues no se trataban de aspectos profundos que justificaban tanta demora.

No creo que la excusa para tanta postergación al trabajo legislativo sea la facultad que tiene el Presidente de la República de dar urgencias a los proyectos de ley que obliga a los parlamentarios a no poder fijar sus agendas de trabajo, pues existen ejemplos de trabajo legislativo, como el proyecto de las “40 horas”, que han tenido una rápida discusión y debate, sin contar con las urgencias del Ejecutivo, máxime de haber tenido por iniciativa una moción parlamentaria. Por otro lado, se ha visto que es posible que los senadores y diputados logren acuerdos en corto tiempo, cuando no están paseándose con capuchas por los hemiciclos ni cantando para justificar sus rechazos a las normas que están en discusión.

Creo que es posible un trabajo legislativo eficiente y efectivo en el proyecto de Modernización y de los futuros proyectos y trabajo en temas tributarios que se avecinan, pues el proyecto en discusión espera lograr dos mil cuatrocientos millones de dólares en los próximos cinco años, lo que se lograría, además, con futuros proyectos de ley que eliminen exenciones tributarias y perfeccionen el sistema tributario actual, evidenciando que las reformas no terminarán con este proyecto, sino que seguirán en los próximos meses hasta que logremos tener una legislación tributaria que, siguiendo con su inspiración ilustrada, alcance la recaudación suficiente para lograr la satisfacción de las legítimas demandas que la población están demandando.

Es por ello que pido la benevolencia a los parlamentarios para que realicen un debate con fundamentos técnicos, dejando las trincheras ideológicas y mezquindades partidistas y que perfeccionen, si así lo encuentran necesario, los proyectos de ley e indicaciones enviadas al Congreso, como también los futuros proyectos que mejorarán la forma de tributar en nuestro país.



Prof. Germán R.Pinto Perry

Director del Magíster en Planificación y Gestión Tributaria

Universidad de Santiago

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