Territorio, talento y tracción

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No cabe duda de que nos enfrentamos a tiempos difíciles, inmersos en un contexto global marcado por tensiones crecientes, fragmentación de las cadenas globales de valor, elevada inflación y fragilidad de las instituciones y del multilateralismo.


Ante un escenario como el actual, fomentar y promover el desarrollo, la inversión y el crecimiento es de la mayor importancia. Pero no cualquier tipo de crecimiento, sino un crecimiento que sea políticamente inclusivo, socialmente viable y ambientalmente sustentable.


En ese contexto, las mipymes son el gran motor de Latinoamérica porque representan el 99% del tejido productivo, aportan el 30% del PIB y generan el 67% del empleo, pero, sobre todo, porque tienen un potencial de crecimiento enorme.


Hemos identificado que sus principales obstáculos se centran fundamentalmente en el acceso a la financiación; las políticas públicas que, en muchos casos, no se adaptan a sus necesidades; la urgencia de una transformación digital avanzada e inclusiva; la escasez de herramientas para incluir una estrategia o un plan de sostenibilidad en su empresa; o la dificultad para adquirir escala, crecer e internacionalizarse en un mundo cada vez más polarizado.


Por eso, es el momento de la acción, lo que implica buscar soluciones reales a las dificultades que enfrentan las empresas, y un mayor trabajo del sector público y privado en pro de su crecimiento.


Tenemos tres conceptos centrales que consideramos deben ser aplicados en todos los países, y que hemos denominado ‘Las 3T’: Territorio, Talento y Tracción.


Cómo las acciones y las decisiones que se toman en los territorios influyen en que las pymes se puedan dar allí, que puedan crecer, y para eso hay que tener un diálogo constante, fluido y constructivo entre el sector público de cada región y el privado.


Hay que favorecer el talento dentro de las empresas, que pueda desarrollarse para que sean generadores de puestos de trabajo, de empleabilidad y de formación, al final son las empresas las que mayormente lo hacen.


Y se debe posibilitar toda esa transición, que nosotros lo llamamos tracción, para que las empresas puedan fundamentalmente crecer, internacionalizarse, digitalizarse y vivir en este mundo cambiante.


Estas y otras cuestiones de máximo interés son las que abordaremos en una nueva edición del Foro Iberoamericano de la Mipyme, en el que esperamos la participación de más de 600 empresarios de toda la región los días 27 y 28 de noviembre en Tenerife, Islas Canarias.


El llamado que hacemos es que la pedagogía que se realiza desde las organizaciones empresariales se tiene que hacer desde los gobiernos también, considerando que las empresas no son el problema, sino que son una parte importantísima de la solución.



Narciso Casado

Secretario Permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB)

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