MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) - El aeropuerto de la capital de Sudán, Jartum, ha sido este miércoles objetivo de un nuevo ataque con drones, después de un suceso similar el día anterior, sin que las autoridades se hayan pronunciado por ahora sobre si modificarán los planes para su reapertura, prevista para la jornada de hoy, tras su cierre después del estallido en abril de 2023 de la guerra civil entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Testigos citados por el portal sudanés de noticias Sudan Tribune han indicado que varios aparatos han sido interceptados por los sistemas de defensa aérea, con explosiones en los alrededores del aeropuerto, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales por estos lanzamientos, atribuidos a las RSF, encabezadas por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como 'Hemedti'.
El jefe del Ejército de Sudán y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, visitó el martes el aeropuerto tras el primer ataque y reafirmó su determinación de "erradicar la rebelión". "Cualquier ataque contra el pueblo sudanés se enfrentará a una reacción violenta contra el agresor", dijo, según un mensaje del Consejo Soberano de Transición a través de su perfil en la red social X.
El aeropuerto --cuya reapertura fue fijada el lunes para este miércoles por la Autoridad de Aviación Civil de Sudán-- suspendió operaciones a raíz del inicio de la guerra entre el Ejército y las RSF, que en un primer momento se hicieron con su control junto a la mayoría de la capital. Sin embargo, una contraofensiva permitió a las Fuerzas Armadas recuperar la ciudad en marzo, momento desde el que ha intentado restablecer la normalidad en Jartum.
La guerra civil estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.