Investigadores de Cambridge descubren la causa de la subestimación de la presión sistólica en la hipertensión

|

La presión arterial alta, o hipertensión, es el principal factor de riesgo de muerte prematura, asociada con enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e infartos. Sin embargo, las imprecisiones en la forma más común de medir la presión arterial implican que hasta un 30% de los casos de presión arterial alta podrían pasar desapercibidos.



Cualquiera que se haya tomado la presión arterial estará familiarizado con el método del manguito. Este tipo de medición, también conocido como método auscultatorio, consiste en inflar un manguito alrededor del brazo hasta interrumpir el flujo sanguíneo hacia el antebrazo. Posteriormente, el médico escucha los golpes en el brazo con un estetoscopio mientras el manguito se desinfla lentamente.



La presión arterial se determina a partir de las lecturas de un manómetro conectado al manguito desinflado. La presión arterial se expresa en dos valores: la presión máxima (sistólica) y la presión mínima (diastólica). Una presión arterial de 120/80 se considera ideal.



"El método auscultatorio es el método de referencia, pero sobreestima la presión diastólica, mientras que la sistólica se subestima", afirma Kate Bassil, del Departamento de Ingeniería de Cambridge (Reino Unido), quien ha desarrollado un modelo que proporcionó una mejor comprensión de la mecánica de las lecturas de presión arterial con brazalete.



Los investigadores afirman que algunos cambios sencillos, que no implican necesariamente reemplazar la medición estándar con brazalete, podrían resultar en lecturas de presión arterial más precisas y mejores resultados para los pacientes. Sus resultados se publican en la revista 'PNAS Nexus'.



POR QUÉ SE SUBESTIMA LA PRESIÓN ARTERIAL SISTÓLICA


Casi todos los médicos saben que las lecturas de presión arterial a veces son erróneas, pero nadie puede explicar por qué se subestiman: hay una verdadera brecha en la comprensión", dijo el coautor, el profesor Anurag Agarwal, también del Departamento de Ingeniería de Cambridge.



Estudios no clínicos previos sobre la inexactitud de las mediciones utilizaron tubos de goma que no replicaban completamente cómo colapsan las arterias bajo la presión del manguito, lo que enmascaró el efecto de subestimación.



Los investigadores construyeron un modelo físico simplificado para aislar y estudiar los efectos de la presión arterial descendente (la presión arterial en la parte del brazo debajo del manguito). Cuando el manguito se infla y se interrumpe el flujo sanguíneo al antebrazo, se crea una presión descendente muy baja. Al reproducir esta condición en su equipo experimental, determinaron que esta diferencia de presión provoca que la arteria permanezca cerrada durante más tiempo mientras el manguito se desinfla, lo que retrasa la reapertura y provoca una subestimación de la presión arterial.



Este mecanismo físico -la reapertura retardada debido a la baja presión aguas abajo- es la causa probable de la subestimación, un factor no identificado previamente. "Actualmente no estamos ajustando este error al diagnosticar o prescribir tratamientos, que se estima que provoca que hasta un 30% de los casos de hipertensión sistólica pasen desapercibidos", afirma Bassil.



En lugar de los tubos de goma utilizados en modelos físicos anteriores de arterias, los investigadores de Cambridge utilizaron tubos que quedan planos cuando están desinflados y se cierran completamente cuando se infla la presión del manguito, la condición clave para reproducir la baja presión descendente observada en el cuerpo.



CÓMO EVITAR LA SUBESTIMACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL SISTÓLICA


Los investigadores afirman que existen diversas soluciones posibles para esta subestimación, entre ellas, elevar el brazo antes de la medición, lo que podría generar una presión aguas abajo predecible y, por lo tanto, una subestimación predecible. Este cambio no requiere nuevos dispositivos, solo un protocolo modificado.



"Quizás ni siquiera necesitemos dispositivos nuevos; basta con cambiar la forma de realizar la medición para que sea más precisa", afirmó Agarwal.



Sin embargo, si se desarrollan nuevos dispositivos para monitorizar la presión arterial, podrían requerir datos adicionales que se correlacionen con la presión arterial descendente para ajustar las lecturas "ideales" para cada individuo. Estos pueden incluir la edad, el IMC o las características del tejido.



Los investigadores esperan obtener financiación para ensayos clínicos que permitan probar sus hallazgos en pacientes y buscan socios industriales o de investigación que les ayuden a perfeccionar sus modelos de calibración y validar el efecto en diversas poblaciones. La colaboración con los profesionales clínicos también será esencial para implementar cambios en la práctica clínica.



La investigación fue apoyada por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC), parte de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI).




europapress