Una nueva forma de eliminar el bisfenol A, un contaminante común del agua, ha sido desarrollada mediante ondas controladas de ultrasonido, sin necesidad de productos químicos adicionales.
El sistema, desarrollado por químicos de la Universidad de Glasgow, puede eliminar hasta el 94 % de los restos de bisfenol A (BPA) de muestras de agua contaminada mediante ultrasonidos para crear condiciones similares a la superficie del sol en burbujas de agua contaminada.
El bisfenol A es una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos y resinas, incluyendo revestimientos para latas y botellas.
En el futuro, versiones a mayor escala de su prototipo podrían utilizarse en plantas de tratamiento de agua para ayudar a eliminar el BPA del suministro de agua. También podría ayudar a la industria a eliminar el BPA y otros contaminantes difíciles de tratar de las aguas residuales antes de que se viertan a las vías fluviales públicas, informa la Univerisdad de Glasgow en un comunicado.
Actualmente, se producen alrededor de 10.000 millones de kilogramos de BPA al año, principalmente para su uso en plásticos. Cuando los restos de BPA entran en el cuerpo humano, pueden acumularse con el tiempo, alterando el sistema endocrino y el delicado equilibrio de la producción hormonal. Se ha demostrado que la exposición al BPA tiene efectos negativos en el desarrollo fetal y se ha relacionado con el desarrollo de diversas enfermedades graves en adultos.
Si bien el uso de BPA en bienes de consumo comunes, como envases de alimentos, botellas reutilizables y recibos de papel térmico, se ha reducido en los últimos años, su uso generalizado durante décadas en la industria del plástico lo ha convertido en un contaminante común en los suministros de agua de todo el mundo.
En un artículo publicado en la revista Ultrasonics Sonochemistry, investigadores de la Facultad de Química de la Universidad de Glasgow muestran cómo desarrollaron un sistema de ultrasonido de doble frecuencia para ayudar a erradicar el BPA del agua.
MILLONES DE BURBUJAS MICROSCÓPICAS
Funciona generando millones de burbujas microscópicas de alta energía en agua contaminada mediante la aplicación de ultrasonido controlado. Cuando estas burbujas crecen y colapsan, crean brevemente condiciones extremas de alta temperatura y presión, creando "puntos calientes" altamente reactivos.
Las condiciones en estos puntos calientes son lo suficientemente intensas como para descomponer las moléculas de BPA en sustancias inocuas como el dióxido de carbono, eliminando así el contaminante del agua de forma segura.
La combinación de dos frecuencias de ultrasonido durante el proceso permitió a los investigadores producir efectos más potentes que los que se podrían lograr con una sola frecuencia.