El fabricante holandés de dispositivos médicos Philips registró en el primer semestre de 2025 un beneficio neto atribuido de 316 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 548 millones contabilizadas en el mismo periodo del año anterior, informó la multinacional, que ha revisado al alza sus previsiones anuales tras rebajar la factura estimada por los aranceles.
Las ventas de la compañía neerlandesa en los seis primeros meses de 2025 sumaron 8.434 millones de euros, un 1,9% menos, incluyendo un retroceso del 3,6% en el negocio de diagnósticos, hasta 4.048 millones, mientras redujo un 1,7% los ingresos de la unidad de cuidados conectados, hasta 2.454 millones, aunque las ventas del área de cuidados personales aumentaron un 2,9%, hasta 1.672 millones.
En función de las distintas áreas geográficas, la facturación de Philips en Europa Occidental disminuyó un 2% en el semestre, hasta 1.758 millones, mientras que en Norteamérica bajó un 1%, hasta 3.659 millones, y en los mercados en crecimiento retrocedió un 3%, hasta 2.273 millones.
Entre abril y junio, la multinacional obtuvo un beneficio neto atribuido de 240 millones de euros, un 46,8% por debajo de las ganancias contabilizadas en el segundo trimestre del pasado ejercicio. De su lado, la cifra de negocio de Philips en el segundo trimestre alcanzó los 4.338 millones, un 2,8% menos.
"Cumplimos lo prometido en el primer semestre del año y seguimos por buen camino", declaró Roy Jakobs, consejero delegado de Royal Philips.
De cara al conjunto del ejercicio, la multinacional mantiene su previsión de un aumento de las ventas comparables de entre el 1% y el 3%, mientras que ha elevado en 50 puntos básicos el margen de Ebita ajustado, hasta un rango del 11,3% y el 11,8%, incluyendo un impacto arancelario estimado de 150-200 millones tras las medidas de mitigación, frente a los 250-300 millones de euros anteriormente estimados.