​Matthei: Ser tibio en crisis no funciona

|

Luciano Castellucci

Chile está en una encrucijada crítica. El crecimiento económico es anémico: el PIB creció sólo un 2,6% en 2024, según el Banco Central, lejos del 4% promedio de las dos primeras décadas del siglo. La inflación, en 4,5% anual aproximadamente, supera la meta del 3%, erosionando el poder adquisitivo de los chilenos. El tipo de cambio, rondando los $950 por dólar, está por las nubes, encareciendo importaciones. La inseguridad se desató y los chilenos ya no viven con la misma tranquilidad de antes. Este cóctel, por enumerar solamente algunos de los síntomas más críticos de la situación, es típico de un país latinoamericano en crisis permanente, algo que Chile, el supuesto “oasis”, desconocía antes del estallido social de 2019.


En esos tiempos pasados de calma, los buenos modales y los consensos pagaban. Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, parece haberse quedado pegada en esa era. Su popularidad se desplomó 9 puntos en un mes, hasta un 10% de intención de voto (Cadem, junio 2025), quedando tercera tras Kast (24%) y Jara (16%). ¿La razón? Su tibieza. Intenta quedar bien con todos, oscilando entre la centro derecha y el centro, tratando de no ofender a nadie. Su discurso, tibio y calculador, contrasta con versiones más radicales de la Evelyn de antaño, mucho más espontánea, auténtica y confrontacional.


Contrastemos con Javier Milei en Argentina: su estilo radical en un contexto de hiper crisis, sin medias tintas, lo llevó al poder al liderar la agenda con propuestas disruptivas que están dando resultados (reducción significativa de pobreza, inflación, inseguridad y creciendo al 7% en tan solo año y medio de gestión). Kast y Jara, ambos con posturas firmes, marcan el ritmo en Chile. Matthei, en cambio, duda, y la centro-derecha de Chile Vamos sigue apostando por una moderación que no calza con un país en crisis.


La cancha está embarrada y los candidatos que van con la pierna floja pierden en las pelotas divididas. La polarización premia a quienes toman bando, no a los que buscan consensos. Si Matthei no abandona la ambigüedad y propone soluciones radicales, seguirá rezagada (34% vs. 37% de Kast en segunda vuelta, Cadem). Chile cambió para siempre, lamentablemente, y la tibieza, en este barrial, es un lujo que no puede permitirse.


Luciano Castellucci

AHORA Branding

europapress