Sr. Director:
De cara a los meses de julio y agosto, Chile se perfila como un destino turístico cada vez más consolidado tanto para el mercado interno como para el receptivo internacional. Según los datos más recientes del Barómetro Turístico -elaborado por la Subsecretaría de Turismo y el Sernatur- se proyectan entre 2,8 y 3,5 millones de viajes internos con pernoctación durante las vacaciones de invierno.
Entre los factores que explican este impulso se encuentran la mayor conectividad aérea y terrestre, una oferta más diversificada, así como campañas de promoción más segmentadas y efectivas en regiones tradicionalmente subrepresentadas.
En el ámbito internacional, se proyecta un incremento de entre 12% y 20% en las llegadas con entre 600.000 y 800.000 visitantes extranjeros en julio y agosto, consolidando a Chile como un polo de atracción creciente para viajeros del hemisferio norte y América Latina.
Este panorama plantea un escenario favorable, pero también exige estrategias inteligentes que permitan sostener los beneficios del crecimiento. Será clave fortalecer políticas de regionalización turística, mejorar la infraestructura y conectividad en zonas emergentes, capacitar a actores locales y avanzar hacia una oferta con más valor agregado. Chile tiene hoy la oportunidad de transformar su temporada baja en una ventana de desarrollo para el turismo, combinando volumen, calidad, identidad y sostenibilidad en todo su territorio.
Ángel Acevedo Duque
Investigador Universidad Autónoma de Chile