En Chile, enfrentar problemas de salud complejos impacta tanto en la calidad de vida y el bolsillo. La prevención y un buen respaldo financiero marcan la diferencia.
Las enfermedades de alto costo, que incluyen patologías como el cáncer, afecciones cardiovasculares isquémicas, hipertensión, diabetes y otras condiciones crónicas, representan un desafío sanitario y social de gran impacto, pero también financiero. Estas condiciones suelen requerir tratamientos prolongados, hospitalizaciones frecuentes y un manejo multidisciplinario, lo que implica un alto costo económico para las familias.
Según un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP) – “El gasto catastrófico en salud en Chile” (2023) – aproximadamente el 4,1% de los hogares en Chile enfrenta un gasto catastrófico en salud, destinando más del 35% de sus ingresos mensuales a gastos médicos no cubiertos por seguros. Así, si no se toman medidas preventivas, este impacto puede llevar a endeudamiento o a sacrificar gastos esenciales.
Al respecto, el doctor Ángel José González, subdirector médico de Atención Primaria de RedSalud, explica que, aunque existen herramientas para la prevención y el diagnóstico oportuno, en la práctica muchas veces se atiende solo el problema inmediato, sin considerar un enfoque preventivo integral a largo plazo.
“Muchos pacientes llegan a un diagnóstico tardío debido a la falta de tiempo para chequeos preventivos y a las limitaciones del sistema de salud para promover una atención anticipada y estandarizada”, comenta.
Además, señala que el ritmo de vida acelerado y las exigencias laborales dificultan el autocuidado, afectando la detección temprana y el manejo oportuno de estas enfermedades.
El especialista enfatiza la importancia de chequeos regulares, alimentación saludable, hábitos de vida adecuados y la promoción de la salud mental para reducir complicaciones que generan altos costos en salud.
Seguros complementarios como soporte
Este panorama, junto al actual contexto de la crisis que vive el modelo de coberturas de salud, ha impulsado una mayor conciencia sobre la planificación financiera. En ese sentido, los seguros complementarios han dejado de ser un beneficio opcional para transformarse en una herramienta clave para enfrentar eventos de alto impacto económico.
En esa línea, junto con la mayor demanda, también ha crecido la oferta de seguros que otorgan cobertura a enfermedades de alto costo o situaciones complejas. Por ejemplo, Vida Cámara, aseguradora de salud de la Cámara Chilena de la Construcción, ofrece seguros de salud diseñados para entregar un respaldo frente a este tipo de situaciones, que incluyen coberturas en gastos vinculados a tratamientos médicos, medicamentos, hospitalización, traslados y otros gastos relacionados. “Cuando una familia enfrenta una enfermedad grave, lo importante no debería ser cómo pagar el tratamiento, sino recibir la atención requerida de manera oportuna. Por eso, el apoyo que los seguros pueden entregar es fundamental”, comenta Juan Pablo Rojas, gerente comercial de la entidad.