Este 23 de junio, Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, pienso en lo mucho que hemos avanzado y en lo que aún falta por recorrer. En 1919, Justicia Espada Acuña se convirtió en la primera mujer ingeniera de Chile. Más de un siglo después, vemos avances: cada vez más mujeres deciden estudiar ingeniería. El 2024, los tres primeros lugares en la admisión a Ingeniería UC fueron ocupados por mujeres: Teresa, Antonia y María. Un podio inédito que refleja una tendencia que no debemos detener.
Hoy, casi el 20 % de las matrículas en STEM son femeninas, y en ingeniería ya superamos el 30 % en las principales universidades. Pero seguimos enfrentando barreras: sesgos explícitos y sutiles, la falta de referentes, la soledad en aulas y reuniones, y la necesidad constante de “demostrar más”.
Sin embargo, las ingenieras estamos cambiando las cosas. Aportamos una mirada integral, humana y colaborativa. No solo resolvemos problemas, los redefinimos, considerando impacto, personas y sostenibilidad. En IDIEM, participamos en proyectos de alto impacto. Hoy, un 33 % de nuestra primera línea ejecutiva son mujeres. Recientemente nos certificamos en la NCh3262 de igualdad de género y conciliación.
Pero las brechas persisten. Un reciente estudio de la U. de Chile reveló que, en el área construcción, las mujeres representan solo un 7 % de la fuerza laboral y ganan en promedio un 15 % menos que los hombres. Además, enfrentan menor acceso a capacitaciones, liderazgos y reconocimiento. Estos datos nos recuerdan que el progreso no es automático. Hay que empujarlo.
Hoy celebramos a quienes abrieron camino y a quienes recién comienzan. A las niñas y jóvenes: si te dijeron que la ingeniería no es para ti, no lo creas. La ingeniería necesita tu creatividad, tu empatía y tu liderazgo. Cada día somos más. No retrocedamos.
Por Gabriela González – Gerente Comercial en IDIEM
Ingeniera Civil Industrial Mecánica PUC, MBA U. de Chile