La batalla del Banco Central Europeo (BCE) contra la inflación estaría "prácticamente acabada", por lo que ahora el instituto emisor pasará a centrarse en proyectar "estabilidad" frente a un escenario global de incertidumbre, según han desvelado las actas de su última reunión de política monetaria del 16 y 17 de abril.
"Los miembros se mostraron más confiados en que la inflación volvería a su objetivo en el medio plazo y que la lucha contra la crisis de inflación estaba prácticamente acabada", ha rezado el documento. "Así pues, es probable que las fuerzas desinflacionistas primen en el corto plazo", ha añadido.
No obstante, ciertos integrantes del órgano rector del BCE han apuntado a que nuevos 'shocks' comerciales podrían traducirse en un repunte de la inflación que trascienda el futuro inmediato a la luz de su impacto sobre la cadena de suministros.
El Consejo de Gobierno del banco central, en todo caso, estuvo de acuerdo con que el BCE debía perfilarse como un "faro de estabilidad" en medio de tiempos "volátiles" a través de la "confianza" y evitando "sorpresas" que trastoquen los mercados.