La policía de Nueva Orleans usó reconocimiento facial en una red de más de 200 cámaras de vigilancia durante dos años

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El departamento de policía de Nueva Orleans en Estados Unidos utilizó técnicas de reconocimiento facial en una red privada de más de 200 cámaras de vigilancia durante dos años sin informar de ello, con el objetivo de buscar posibles sospechosos en tiempo real y arrestar a dichas personas.



Las técnicas de reconocimiento facial se basan en analizar la apariencia del rostro de los usuarios mediante imágenes y, en base a algoritmos y modelos matemáticos, se extraen las características de los rostros y se compara dicha información facial con bases de datos.



Estas tecnologías de reconocimiento facial se utilizan, por ejemplo, como método para el desbloqueo de dispositivos móviles, pero su uso está controlado a nivel público para mantener la privacidad de los usuarios. Por ejemplo, la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea detalla que el uso de sistemas de identificación biométrica por parte de las fuerzas de seguridad está prohibido, aunque sí se puede utilizar en situaciones concretas y definidas de forma estricta, bajo la previa autorización de un juez.



En el caso de Estados Unidos, la policía utiliza 'software' de reconocimiento facial para identificar usuarios culpables de algún delito a partir de imágenes fijas tomadas, por ejemplo, cerca del escenario del delito. Sin embargo, las fuerzas del orden también han estado utilizando el reconocimiento facial a partir de cámaras de vigilancia en zonas públicas.



Así lo ha compartido The Washington Post que, tras llevar a cabo una investigación, ha detallado que el departamento de policía de Nueva Orleans, utilizó en secreto tecnología de reconocimiento facial en una red de cámaras de vigilancia privada, para analizar a los usuarios y vigilar las calles de la ciudad.



Esta técnica de reconocimiento facial se ha estado llevando a cabo durante los últimos dos años, con una red compuesta por más de 200 cámaras que recogían imágenes de la vía pública, monitorizando de forma constante a los usuarios para identificar posibles sospechosos.



Así, en caso de identificar a una persona buscada, se enviaba una notificación a los teléfonos móviles oficiales de los policías a través de una aplicación, con el nombre y la ubicación actual de los posibles sospechosos. Esta red de cámaras y el sistema de alertas están asociados a la empresa sin fines de lucro para la prevención de delincuencia, Project NOLA.



Tal y como ha reflejado el medio citado, se trata de un método que puede quebrantar las barreras legales ya que, según una ordenanza del ayuntamiento de Nueva Orleans emitida en el año 2022, el uso de reconocimiento facial se limitó a la policía para búsquedas puntuales de sospechosos, enmarcadas en investigaciones de delitos violentos, pero no como una "herramienta de vigilancia" que analice a cualquier persona en entornos públicos.



En este sentido, según la ordenanza mencionada, cada vez que la policía quiera escanear un rostro, deben pasar una serie de límites de seguridad, enviando una imagen fija del sospechoso a examinadores dedicados y proporcionando detalles sobre estos escaneos en informes al consejo de la ciudad.



Con ello, la investigación ha concluido que, basándose en informes policiales y registros judiciales desde el año 2023, las fuerzas del orden estadounidenses utilizaron la red de cámaras de reconocimiento facial para llevar a cabo docenas de arrestos, incluidas cuatro personas que fueron acusadas de delitos no violentos. No obstante, se ha de tener en cuenta que el departamento de policía no informó sobre el uso de esta tecnología en los registros detallados de estos casos.



Esta investigación también ha contado con investigación por parte de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), desde donde han detallado que se trata del "escenario de pesadilla" que se había previsto con el uso de tecnología de reconocimiento facial.



Con todo ello, la directora del departamento de policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, detuvo el uso de esta red de videovigilancia a principios del mes de abril. Según un correo electrónico enviado a Project NOLA, al que ha tenido acceso The Washington Post, Kirkpatrick señaló que las alertas automáticas enviadas debían desactivarse hasta asegurar que el uso de la aplicación "cumple con todos los requisitos de la ley".



Además, Kirkpatrick también ha detallado que se ha iniciado una investigación para identificar cuántos agentes utilizaron las alertas en tiempo real, cuántas personas fueron arrestadas a causa de este sistema y si hubo errores. Esto se debe a que se trata de una tecnología que puede fallar e identificar a personas muy parecidas que realmente no son los sospechosos buscados.




europapress