​Del Conflicto al Acuerdo: El Giro Estratégico del Mercado

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Rodrigo Castillo


A todos nos sorprendió, pero aquí estamos. El S&P 500 se encuentra a solo un 5% de sus máximos históricos, un rebote impresionante que ni los analistas más optimistas vieron venir. ¿Qué está pasando? La guerra comercial, las tarifas de Trump, las tensiones geopolíticas… parecían ser el fin del mundo para los mercados, pero en lugar de caer, ¡nos estamos acercando nuevamente a los máximos!


Primero, no podemos ignorar los datos sólidos de empleo en Estados Unidos. El mercado laboral sigue fuerte y, aunque no es la solución definitiva, cada informe de empleo positivo es un recordatorio de que la economía sigue empujando hacia adelante. Además, los datos de inflación más recientes han sido mejores de lo esperado, lo que da un respiro a los temores de que la Reserva Federal se vea obligada a tomar medidas agresivas.


Pero lo más interesante ha sido la reciente reunión entre China y Estados Unidos. Tras meses de tensión y amenazas de nuevos aranceles, ambos países finalmente se sentaron a la mesa, acordando en términos generales dar un paso hacia la reducción de barreras comerciales. Se discutieron cuestiones clave como el acceso al mercado chino para las empresas tecnológicas estadounidenses, los derechos de propiedad intelectual y las compras chinas de productos agrícolas estadounidenses. Aunque no hubo un acuerdo definitivo sobre todas las áreas, la comunicación y la promesa de más diálogo ha sido suficiente para calmar los ánimos. Como se dijo en la reunión, ambos lados se comprometieron a continuar las negociaciones, estableciendo un marco para un futuro más estable. La pregunta es: ¿serán estas promesas suficientes o será solo una tregua temporal?


Es aquí donde entra una analogía interesante, inspirada en el clásico de El Arte de la Guerra de Sun Tzu. En la guerra, no siempre se gana con una gran batalla, sino con la estrategia y la capacidad de adaptación. Sun Tzu decía que "la guerra es el arte de engañar". Y en este contexto, las tarifas y los anuncios de aranceles pueden ser simplemente una forma de intimidación, un truco de negociación para obtener concesiones sin llegar a un conflicto total. China y Estados Unidos, al igual que dos generales enfrentados, juegan a un juego de ajedrez en el que cada movimiento cuenta, pero no siempre es necesario un enfrentamiento directo para ganar la guerra comercial. Las negociaciones, aunque parecen vacías de acción concreta, podrían ser los movimientos estratégicos previos a una victoria mayor.


El mercado, como un buen estratega, ha reaccionado ante estos movimientos como si fueran señales de una posible victoria. ¿Lo que parecía una guerra comercial interminable se está convirtiendo, lentamente, en una danza de negociación? Las tensiones siguen presentes, pero el mercado parece estar adaptándose y viendo el potencial en lugar de enfocarse en el conflicto.


Con todo esto, la gran lección aquí es que los mercados siempre encuentran maneras de adaptarse. A veces, lo que parece el fin del mundo es solo una oportunidad disfrazada. El rebote que estamos presenciando podría ser la señal de que el mercado está más fuerte de lo que muchos pensaban, pero también es un recordatorio de que, en el mundo de las inversiones, nunca hay certezas, solo probabilidades.


¿Será este rebote una corrección temporal, como un desvío estratégico para ganar tiempo? Es posible que estemos estamos presenciando el comienzo de una recuperación genuina, una victoria en la guerra comercial que ya no se libra con tarifas, sino con acuerdos y alianzas. 


En definitiva, la guerra comercial sigue siendo un tablero de ajedrez. Y al final, los mejores jugadores saben cuándo atacar, cuándo negociar y, sobre todo, cuándo retirarse a tiempo.


Rodrigo Castillo director general de BEFX 

europapress