Como todos saben, Rerum Novarum fue una encíclica del Papa León XIII “sobre los nuevos tiempos”, escrita en 1.891 como una respuesta de la Iglesia al marxismo y al capitalismo, centrando la doctrina social de la Iglesia en la dignidad del ser humano, hijo de Dios y redimido por Cristo.
Definitivamente estamos ante unos nuevos “nuevos tiempos” llevado por la revolución digital, y la elección del nombre por parte del nuevo Papa hace prever un pronunciamiento del magisterio de la Iglesia Católica acerca de la “cuestión social” de estos nuevos tiempos. La Iglesia seguramente va a dar una guía para la evangelización y la doctrina social para los tiempos de la sociedad digital.
¿Qué “cuestión social” hay relacionada con la revolución digital? Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI y Francisco I tocaron tangencialmente el tema. Se trata de que, debido al abuso de estas maravillosas herramientas producidas por el intelecto humano, como humanidad nos hemos hecho menos humanos en tanto a menos sociables. Nos hemos replegado sobre nosotros mismos. El consumismo y el hedonismo se han tomado estas herramientas.
Nos autoexaltamos en redes sociales. Maltratamos a los que opinan distinto. Hacemos bullyng social a través de las redes. Generamos fake news. Alentamos la violencia. Nos cerramos en nosotros mismos. Y cuando nos cerramos en nosotros mismos, echamos afuera a Dios. No es culpa de la herramienta, sino de quien la usa.
Hasta ahora no hemos tenido un documento de la Iglesia abarcando en hondura este fenómeno, detrás del cual yo veo una razón importante del alejamiento de los católicos de su Iglesia. Creo que el nuevo Papa nos va a sorprender en este sentido.
Es muy posible que la primera canonización sea justamente de alguien que usó esas mismas herramientas para el bien. Me refiero a Carlo Acutis, que iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, suspendiéndose debido a su muerte. Su canonización sería algo providencial, y marcaría el rumbo de la Iglesia Católica en los nuevos tiempos digitales. Carlo Acutis murió con solo 15 años, de leucemia. Curiosamente, el nombre del colegio al que asistió era Liceo León XIII, dirigido por los jesuitas. Se destacó por su piedad y su vocación de ayuda al prójimo. Desde muy temprano se puso a desarrollar sitios Web relacionados con su fe.
A los que somos creyentes, el Espíritu Santo nunca deja de sorprendernos, y en el caso de la elección de los últimos Papas, hemos visto su mano de forma evidente.
Alfredo Barriga
Profesor UDP
Autor de “Futuro Presente: como la nueva revolución digital afectará mi vida”, publicado en Amazon.com