Fundación CRIS desarrolla terapias con "anticuerpos inteligentes" frente a las células tumorales de cáncer de ovario

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La Fundación CRIS Contra el Cáncer lidera dos proyectos para el tratamiento del cáncer de ovario basados en "anticuerpos inteligentes", es decir, anticuerpos conjugados a fármacos (ADC) que atacan solo las células tumorales, preservan el tejido sano del paciente y bloquean el crecimiento del tumor.



El cáncer de ovario es uno de los mayores desafíos de la oncología, ya que la mayoría de casos se diagnostica de manera tardía, cuando la enfermedad ya se ha diseminado por el cuerpo y las opciones terapéuticas son más limitadas. En este sentido, las terapias ADC son una esperanza, al combinar los anticuerpos, que son moléculas biológicas capaces de reconocer proteínas de los tumores, con la eficacia de fármacos muy potentes.



Uno de los proyectos de CRIS ha permitido a los investigadores identificar una proteína que está presente principalmente en células de cáncer de ovario, y apenas en células sanas. Este hallazgo ha permitido a los expertos desarrollar una terapia en forma de ADC capaz de reconocer y destruir de manera eficaz las células tumorales, evitando el daño a las sanas.



Los ensayos con esta terapia en modelos celulares, utilizando células de cáncer de ovario humano, y animales han mostrado que los tumores crecen mucho menos, incluso en células de metástasis obtenidas de pacientes reales y que son mucho más agresivas.



Este nuevo ADC se muestra seguro y potente a bajas dosis, lo que facilitaría su desarrollo como una nueva terapia, pudiendo incluso llegar a ser más efectiva que otros tratamientos disponibles en la actualidad.



"Que el tratamiento pueda funcionar incluso en células metastásicas es una excelente noticia, porque es precisamente la enfermedad diseminada la que supone el gran reto en cáncer de ovario", ha subrayado el doctor Atanasio Pandiella, codirector del Proyecto CRIS de Cáncer de Ovario.



FRENAR LA DIVISIÓN DE CÉLULAS TUMORALES


La otra línea de investigación en la que están trabajando los investigadores es una segunda proteína, presente también en cáncer de ovario. A partir de un anticuerpo ya conocido y aprobado para otros tipos de tumores, han desarrollado un nuevo tratamiento, también en forma de ADC, que bloquea la capacidad de las células tumorales para dividirse, y desencadena su muerte.



Esta terapia ha mostrado una gran eficacia al frenar el crecimiento de los tumores en modelos experimentales, logrando inducir la muerte celular en menos de 24 horas. Este ADC interfiere con el proceso de multiplicación celular, que es el usado por las células tumorales para crecer de forma descontrolada.



Los dos proyectos han mostrado resultados muy prometedores en el laboratorio y el equipo investigador trabaja en el desarrollo de un anticuerpo propio para avanzar hacia futuros ensayos clínicos, con el objetivo de que los beneficios alcanzados lleguen cuando antes al hospital y a las pacientes.



Además, los investigadores están explorando la posibilidad de utilizar estos anticuerpos como herramienta pronóstica, de forma que a partir de muestras de sangre, es decir, de una biopsia líquida, se pueda tener la certeza de si la paciente está respondiendo a las terapias.



Si se confirma esta estrategia, permitiría no solo tratar el cáncer de manera más efectiva, sino también monitorizar la respuesta de las pacientes de forma sencilla y menos invasiva, a través del estudio de esta proteína con un simple análisis de sangre.




europapress