​Pobreza, Desigualdad y Calidad del Empleo: Breve acercamiento a la realidad.

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Felix Pilay

Latino América y el Caribe caracterizados por ser las regiones más desiguales del mundo. A pesar de los avances en términos de crecimiento económico, la pobreza y la desigualdad siguen siendo grandes desafíos que afectan a la población. El escaso acceso al empleo adecuado y la precarización laboral son factores clave que profundizan las desigualdades y laceran el bienestar de la población y la cohesión social. Desde una perspectiva política y económica se podría afirmar que esta problemática sería consecuencia del modelo económico aplicado que si bien se han alcanzado importantes avances no se han logrado garantizar formas justas de la distribución de la riqueza ni mejoras en las condiciones laborales.


El principal problema en América Latina y el Caribe, es la pobreza. Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), un tercio de la población de la vive por debajo de la línea de pobreza, y un porcentaje considerable se encuentra en pobreza extrema. Aunque es necesario enfatizar que los índices de pobreza han disminuido en los últimos años, pero no han sido suficientes para erradicar las causas. Los índices de pobreza se ven reflejados en la alta dependencia de sectores informales de la economía y la limitada capacidad de los gobiernos de turno para generar políticas públicas inclusivas.


Félix S. Pilay Toala, en varias entrevistas, conferencias y análisis en diversos medios de comunicación, en varios países de América Latina y el Caribe ha señalado que los modelos de desarrollo económico en la región han favorecido a las élites económicas y han priorizado la explotación de recursos naturales, lo que ha conducido a un crecimiento económico que no se ha traducido en bienestar para las grandes mayorías. La carencia de políticas públicas que promuevan la diversificación económica, la inversión en infraestructura social y el fortalecimiento del Estado de bienestar perpetúa un ciclo de pobreza que afecta sobre todo a los sectores más vulnerables como los pueblos indígenas, afrodescendientes, sectores rurales entre otros.


Otro de los grandes males de América Latina y el Caribe, es la desigualdad en términos de distribución del ingreso o de la riqueza, lo que se traduce en una profunda segmentación social. La brecha entre ricos y pobres ha sido históricamente desmedida y sigue siendo una característica fundamental de las economías de la región. Los sistemas educativos y de salud, muchas veces son ineficientes o de baja calidad, no permiten que los individuos de sectores más desfavorecidos puedan acceder con las mismas oportunidades que aquellos en posiciones sociales más privilegiadas.


En sus análisis Pilay Toala además sostiene que, no se puede desconocer que han existido políticas públicas orientadas a la reducción de las desigualdades, pero, a decir verdad, estas no han logrado transformar la estructura de poder ni los mecanismos económicos que generan el fenómeno social de la desigualdad. Para nadie es desconocido que, para citar como ejemplo, los ingresos de los trabajadores o asalariados continúan siendo bajos en comparación con los de las élites, y las oportunidades de movilidad social siguen siendo limitadas.


La precarización laboral es también otro de los aspectos que afecta a la región latinoamericana y caribeña. A pesar de que muchos países del orbe han experimentado leves crecimientos económicos en los últimos años, este, según se evidencia no se ha traducido en una mejora sustancial en la calidad del empleo y en el régimen laboral. En muchas naciones de la región, la informalidad laboral es una de las principales características del mercado de trabajo. Esto no solo implica la falta de derechos laborales, sino también una inestabilidad que impacta en la calidad de vida de millones de trabajadores.


La informalidad laboral, si bien ha permitido que muchas personas accedan a alguna fuente de ingresos, algunos gobernantes sostienen que es mejor que estar en el desempleo, también ha profundizado las desigualdades. Las personas que se encuentran en esta situación laboral no tienen acceso a la seguridad social, acceso a servicios de salud y la ausencia de un salario digno ya que muchas veces el trabajo que realizan es por horas, generan un entorno de inseguridad y vulnerabilidad que afecta particularmente a mujeres, jóvenes, indígenas, trabajadores de los sectores urbanos marginales y rurales. La alta rotación laboral y la escasa protección frente a despidos son otros factores que caracterizan la realidad del empleo en América Latina y el Caribe.


Es evidente que el trabajo temporal en los diferentes sectores y particularmente en la agricultura y el comercio han contribuido a la persistencia de una clase trabajadora con bajos salarios y escasas oportunidades de ascenso. Este tipo de empleo muy común en los diferentes países de la región, no solo es precario, sino que también limita las posibilidades de mejora en la calidad de vida de las familias que dependen de este tipo de actividad.


Es urgente repensar el modelo económico y político de América Latina y el Caribe. Para superar los desafíos de pobreza, desigualdad y calidad del empleo, es fundamental que los gobiernos latinoamericanos y caribeños apuesten por un modelo de desarrollo inclusivo que estimule las condiciones de vida de la población y promueva sus derechos. Hoy es necesario que los líderes de los países en mención avancen en reformas estructurales que fomenten la diversificación de la economía, que generen empleos de calidad y que promuevan la equidad.


Pobreza, desigualdad y calidad del empleo están interrelacionados y requieren de manera urgente soluciones integrales y transformación profunda del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe, ya que a pesar de que se ha logrado avances importantes en los últimos años, los problemas estructurales persisten y afectan a millones de personas. Se vuelve necesario que los líderes tengan en claro que, si bien el crecimiento económico es necesario, no es suficiente si no va acompañado de políticas que promuevan la equidad social, la justicia económica y la calidad del empleo.


Félix S. Pilay Toala

Profesor Universitario

Analista económico y político

Doctor, Economista, Magister en Administración Pública.

Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com

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