​¿Por qué la IA es tan deseada en el lado oscuro?

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Joaquin Pineda

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la ciberseguridad, pero la realidad es dura: hoy los sistemas de defensa están claramente un paso atrás frente a ataques potenciados por IA. Mientras los delincuentes usan esta tecnología para crear ataques automatizados y altamente sofisticados, nuestras defensas avanzan a un ritmo insuficiente para contener la amenaza creciente.


Chile no está a salvo. Según el informe de Fortinet, en 2024 nuestro país fue víctima de 6,4 mil millones de intentos de ciberataques, con picos en julio y agosto que evidencian un escenario que no solo crece, sino que se evoluciona peligrosamente rápido. Los métodos más usados por los atacantes son el phishing y malware transmitido por documentos corruptos de Microsoft Office. Más grave aún, el ransomware y los ataques de denegación de servicio no son masivos, pero sí selectivos y letales: el 44% de las muestras se dirigieron a sectores industriales críticos como salud, manufactura, transporte, logística y automotriz.


Esta realidad demuestra que las infraestructuras críticas: energía, transporte, salud, banca, están expuestas a riesgos inéditos. Sistemas obsoletos, combinados con la capacidad de la IA para explotar vulnerabilidades, crean un cóctel explosivo que podría paralizar servicios esenciales y comprometer datos vitales.


Por si fuera poco, la regulación es una carrera perdida frente a la velocidad de la innovación tecnológica. La ausencia de marcos legales y éticos claros abre la puerta a abusos, a la impunidad y a un creciente deterioro de la privacidad y la protección de datos.


En los próximos cinco años, esta batalla no solo continuará: será una guerra donde la IA estará en ambos bandos. La inteligencia artificial seguirá fortaleciendo la defensa, pero también potenciará ataques cada vez más rápidos, sigilosos y complejos. La colaboración internacional y nuevas regulaciones serán claves para no dejar el terreno totalmente entregado a los atacantes.


Debemos ser claros: la IA es una herramienta de doble filo. Si no actuamos con urgencia, con inversiones reales en ciberdefensa, actualización tecnológica y legislación efectiva, nos enfrentamos a un futuro donde la seguridad digital será una ilusión.


Es momento de entender que la ciberseguridad no es opcional ni secundaria; es una prioridad estratégica nacional y corporativa. No hay margen para la complacencia ni para la subestimación de la amenaza. La IA puede ser nuestra mejor aliada o nuestro peor enemigo. La decisión y la acción están en nuestras manos.



Joaquín Pineda, 

Gerente Comercial de Magnet

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