​Para liderar en Chile, hay que entender a las pymes

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María Elba Chahuán (1)

En las últimas semanas, el debate político ha girado en torno a grandes cifras, grandes empresas y grandes reformas. Pero estamos olvidando algo fundamental. Si de verdad queremos un Chile más desarrollado y competitivo, quienes aspiran a liderarlo deben mirar con seriedad al verdadero motor de nuestra economía: las pymes.


En la previa de las próximas elecciones presidenciales estamos conociendo distintas propuestas y promesas por parte de candidatos y candidatas de todos los sectores. En este contexto, creo importante hacer notar que las pequeñas y medianas empresas que están presentes en todo el país deben ser prioridad dentro de los programas de gobierno y las futuras proyecciones de crecimiento. Estamos hablando de miles de emprendimientos, ferias, almacenes, proyectos tecnológicos, negocios familiares y cooperativas que juntos representan más del 98% del total de empresas del país. No es una exageración decir que sin las pymes, Chile simplemente no funciona.


Quienes buscan liderar el país deben escucharlas desde la cercanía y entender que en el país muchas veces se emprende por necesidad, y que detrás de cada negocio que abre sus puertas todos los días hay sueños, esfuerzo y esperanzas. Y para que esos proyectos tengan éxito, se necesita mucho más que buenas intenciones.


Durante los últimos años, el ecosistema emprendedor ha mostrado avances: más colaboración público-privada, más fondos, más apoyo institucional. Pero ese progreso no es suficiente si no va acompañado de decisiones estructurales desde la política. A las pymes no les sirve el apoyo simbólico, requieren condiciones reales para crecer, digitalizarse, innovar y competir en un mercado que suele dejarlas atrás.


Los desafíos son claros. El acceso al financiamiento sigue siendo desigual. Faltan más incentivos a la innovación desde lo local, la descentralización aún no se masifica y muchas veces el sistema dificulta el camino a quienes quieren formalizarse y crecer.


No se puede construir desarrollo sin entender cómo funcionan las pymes en terreno, desde Arica a Punta Arenas. Quienes sean los próximos líderes del país deben tener claridad en este aspecto y potenciar políticas públicas con perspectiva territorial, que fortalezcan el capital humano, que apoyen la digitalización con sentido práctico, que abran nuevos mercados y que aseguren reglas del juego justas.


El ecosistema emprendedor no sobrevive con promesas. Pero sí avanza con voluntad política, coherencia y acción. Con licitaciones públicas accesibles, pagos a tiempo, incentivos reales para formalizarse, apoyo tangible a la innovación. En el Chile del futuro, emprender no debería ser sinónimo de precariedad ni de sacrificio personal permanente, sino de talento y recursos puestos a disposición de la sociedad para resolver problemas reales en un círculo virtuoso donde todos ganan.


Las pymes deben ocupar un lugar central en los programas de gobierno y en las prioridades del Estado. Hay que comprenderlas con empatía, trabajar con ellas, reconocer su experiencia y sumar su visión a la toma de decisiones. Chile necesita crecer, y ese crecimiento solo será sostenible si se construye con todos los actores. Si se quiere liderar este país, hay que hacerlo con visión, con verdad y con un compromiso firme con quienes las pymes que lo sostienen desde la base.



María Elba Chahuán, 

Vicepresidenta y Fundadora de Unión Emprendedora

europapress