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Elba Chahuán |
El 29 de abril celebramos el Día Nacional del Emprendimiento, fecha que busca visibilizar a quienes emprendieron y también inspirar a más personas a dar el siguiente paso y desarrollar sus ideas. Y es que con mucho orgullo podemos decir que Chile es un país de emprendedores y que más del 98% de sus empresas son micro, pequeñas o medianas.
En Chile, tal como ocurre en gran parte del mundo, las pequeñas y medianas empresas (pymes) son el corazón del empleo formal. Según cifras del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, generan el 63% de los puestos laborales en áreas tan variadas como retail, salud, servicios, finanzas, y muchas otras.
Solemos decir que los jóvenes son la promesa del futuro, pero esta afirmación no siempre se condice con lo que ocurre en la práctica. La falta de oportunidades deriva en altas cifras de desempleo. Uno de cada cinco menores de 25 años no trabaja y según un reporte del INE de fines de año, los jóvenes presentan una de las mayores frecuencias de inactividad laboral.
El último mes del año se caracteriza por una alta cuota de actividades, recuentos y cierres. Muchas personas experimentan ansiedad y estrés, e incluso algunos psicólogos hablan del ‘síndrome de diciembre’ para referirse al periodo donde el agotamiento mental aumenta.
Una de las cosas más valiosas del emprendimiento es su diversidad de orígenes y realidades. Tenemos emprendedores y emprendedoras provenientes de distintos rincones del país, que inician sus negocios con distintas metas y objetivos. Dentro de ellos, existe un subgrupo especialmente significativo: las madres emprendedoras ligadas a la Teletón.