Cooperativismo e industria inmobiliaria

|

AMERICO IBARRA (3)

El déficit habitacional constituye uno de los problemas más críticos que enfrenta Chile en la actualidad, expresándose en una falta de viviendas adecuadas para la población. Este fenómeno se ha agudizado en el último tiempo debido a diversos factores económicos, sociales y políticos, no lográndose encontrar un adecuado equilibrio entre la oferta y demanda de viviendas. En este escenario, el cooperativismo emerge como una alternativa viable para abordar el déficit habitacional y fomentar la inclusión social.


La magnitud del déficit habitacional en Chile, según datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, se estima que alrededor de 550 mil familias (casen 2022); estas familias se encuentran en situación de vulnerabilidad habitacional, lo que representa una cifra alarmante. Este déficit no solo implica la escasez de viviendas, sino que también se manifiesta en condiciones precarias de habitabilidad, tales como falta de acceso a servicios básicos y espacios insuficientes para el desarrollo familiar y social, afectando la calidad de vida de millones de chilenos y perpetuando muchas veces ciclos de pobreza.


Frente a este panorama, el cooperativismo surge como una herramienta eficaz para la construcción de viviendas que respondan a las necesidades de las comunidades. Las cooperativas habitacionales permiten a los grupos de ciudadanos organizarse y unir esfuerzos para acceder a la vivienda en condiciones más favorables. Este modelo, que se basa en la solidaridad, la autogestión y la participación democrática, no solo facilita la construcción, sino que también fortalece los lazos comunitarios y promueve la cohesión social.


El cooperativismo, además, presenta una serie de ventajas comparativas. Al ser los propios beneficiarios quienes gestionan el proceso de construcción, se aumentan las posibilidades de que las viviendas satisfagan las necesidades reales de las familias. El enfoque colaborativo fomenta la participación de los habitantes en la toma de decisiones, lo que resulta en un sentido de pertenencia y responsabilidad sobre su entorno. Este modelo permite también la reducción de costos y la mejora en la calidad de las obras, dado que se eliminan intermediarios y se optimizan recursos.


No obstante, para que el cooperativismo se convierta en un actor relevante en la solución del déficit habitacional, es fundamental que el Estado otorgue más incentivos a estas organizaciones, lo que implica aprobar modificaciones legislativas que les permitan transformarse en actores relevantes en la industria inmobiliaria, fundamentalmente creando mecanismos que les permitan acceder a financiamiento accesible y garantizar la protección de los derechos de sus socios, además que las viviendas construidas cumplan con los estándares de calidad y seguridad requeridos.


Américo Ibarra Lara

Director Observatorio en Política Pública del Territorio

Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido

Universidad de Santiago de Chile

europapress