Magras perspectivas

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Luis Riveros

El crecimiento anual del PIB este año 2024, como sugerido por los datos del último IMACEC, se empinará por sobre el 2.5%, lo cual está en línea con las estimaciones de crecimiento propuestas por un panel de entidades predictoras. El crecimiento acumulado de los años 2022 y 2023 alcanza sólo a un 2.3% , cifra que se espera similar para el año 2025. En términos per cápita este crecimiento del PIB registrado es mucho menor, dado el crecimiento de la población. Aunque éste está disminuyendo su ritmo de expansión, el mismo afecta negativamente al crecimiento del ingreso disponible por persona, el cual en este quinquenio no superaría el 1.3% anual. O sea, estamos hablando de cifras bastante exiguas que no pueden dejar conforme a un país que en el pasado pudo crecer a tasas muy significativas merced su empeño en lograr políticas consensuadas de apoyo a la actividad productiva y de apertura al comercio. Hoy día el acento se ha puesto mucho más en el anuncio de políticas tributarias que amenazan a la empresa y tienen por resultado un menor dinamismo como el observado.


Un factor clave, y quizás decisivo, para el crecimiento económico es la inversión La misma está cayendo en 0.9% durante el último año, que es la estimación que, además, existe para los 12 meses de 2024 en su conjunto. Esto adicionalmente se suma a la caída de -1.1% observada el año 2023. Se espera, sin embargo una recuperación el año 2025 con un crecimiento de 3.8%, pero ya el acumulado causa un daño importante a la capacidad productiva nacional. Es oportuno señalar que la inversión responde de manera muy acentuada a las señales de política económica; todavía se está discutiendo un proyecto de reforma tributaria (o pacto fiscal como se le ha llamado) que ha encendido señales de preocupación para la inversión privada nacional y extranjera. Aquí la cuestión no es sólo el tono más bien amenazante que se ha empleado contra la actividad privada y la vigencia de nuevos impuestos, sino lo prolongado de un debate que ha tenido de todo, menos un diálogo transversal capaz de conducir a un acuerdo nacional. Y el problema es que, si no se recupera fuertemente la inversión, Chile seguirá sufriendo un bajo crecimiento del producto y de retraso en materias de innovación que ameritan también una inversión importante que no se financia con el exiguo presupuesto nacional dedicado a esta materia.


Un tercer aspecto preocupante se refiere a la creación de empleo formal. Las cifras que recientemente se han dado a conocer revelan el notorio estancamiento del desempleo (8.7% de la población económicamente activa) que se mantiene en cifras similares a las vigentes hace 14 años. Y lo mismo ocurre con la tasa de ocupación, que alcanza a sólo un 50.6%. Esta situación contribuye al estancamiento de los salarios reales, y así lleva la situación a los hogares en forma directa. Bajo dinamismo en la inversión y exiguo crecimiento económico se manifiestan en un mercado laboral muy estrecho y de bajo dinamismo. Solamente parece haber crecido el empleo informal y aquél del sector público, lo que tiene consecuencias económicas de mediano y largo plazo. Afectará más aún el problema de pensiones que ya enfrentamos mientras que el déficit fiscal del año 2024 y 2025 será significativo en torno a 2.0% del PIB y similar al 2.4% que se anotó el año 2023.


El país echa de menor un debate sobre esta situación, que sea objetivo y orientado a buscar caminos de salida. Desafortunadamente el país observa o un desconocimiento de esta situación, o la vigencia de puros dedos acusadores que buscan culpables, sin delinear caminos de salida y un acuerdo que permita contar con políticas sostenibles. Lo que sí sabemos es que se sigue endeudando al país para financiar los problemas de corto plazo. Sólo en intereses se estima que anualmente se empleará alrededor de un 4.0% del PIB, que se restan así de los recursos que debiesen emplearse, por ejemplo, en mayor investigación para mejorar los resultados económicos y recuperar el liderazgo que Chile tuvo en la región latinoamericana.


Prof. Luis A. Riveros

Universidad Central

europapress