Hemos podido apreciar la cuenta pública del Ministerio de Hacienda. Siempre existen sesgos en quien haga el análisis. Quien muestra lo trabajado hará hincapié en el vaso medio lleno, mientras que la vereda contraria enfatizará en el vaso medio vacío. Es complejo acercarnos a la objetividad y en dicho sentido, el discurso de Hacienda tiende hacia aquello, alejándose del discurso de hace muy poco tiempo.
Se observan débiles señales positivas tras tiempos convulsos, que deben ser ponderadas en su justa medida. No hablamos de la percepción de la delincuencia ni de otras variables, hablamos de las complejidades que de a poco comenzamos a abandonar. Lo anteriormente expresado, en ningún caso dice relación con que hemos abandonado las dificultades, sino que iremos descubriendo cifras positivas. Entonces, ¿serán todas las noticias económicas positivas de ahora en adelante? Pues no y tampoco se solucionarán los problemas sociales de un día para otro, ello corre tanto para este gobierno como para el próximo.
Por ejemplo, la inflación continúa cediendo, luego de un extenso período en que el Banco Central realizó sucesivas alzas de la Tasa de Política Monetaria, digno de destacar.
Por otro lado, el crecimiento económico entrega pequeñas señales de esperanza, se crece a tasas modestas, pero se crece. De hecho, recordemos la actualización de la proyección de crecimiento del FMI para 2024, se crecerá algo más de lo esperado inicialmente.
El gobierno ha tenido la ductilidad necesaria, ya no se habla de reformas tributarias, de retroexcavadoras, de impuesto a los súper ricos y de dar término a tratados de libre comercio. Hoy se habla de crecimiento, de estabilizar la deuda pública, de los recursos que producen nuestras exportaciones, en fin, quizás nos hemos alejado del opio.
Estamos en una senda correcta en materia fiscal, Chile desde hace años es reconocido por la responsabilidad fiscal y Marcel no será la excepción. En dicho sentido, el llamado es a la colaboración pública y privada de una buena vez. A contribuir en conjunto a que estas cifras levemente positivas se afiancen, por el bien no de la coalición gobernante ni de la próxima coalición, sino que de los chilenos y chilenas que tanto han sufrido desde hace bastante tiempo a esta parte.
René Fernández Montt, Economista Universidad de Santiago de Chile.