La OMS calcula que uno de cada 100 niños en el mundo pertenece al espectro autista. En Santiago de Chile, un estudio del año 2021 entregó como resultado que casi 2% de los niños de nuestra capital tiene autismo. Con estos números a la vista, los invito a todos a conversar e informarse sobre esta condición, y, de esta manera, a quitarse los prejuicios que quizás tengamos sobre el autismo.
Son estos prejuicios, estereotipos influenciados por una comprensión anticuada y extrema del autismo como una enfermedad incapacitante, los que llevan a muchos a recibir este diagnóstico como una condena, o, simplemente, a esconderlo. Aunque tiende a visibilizarse más el autismo en niños, les aseguro que varias de las personas con las que ustedes han trabajado en su vida también tienen esta condición. Sin embargo, los prejuicios pueden hacer muy difícil hablar de esto en la vida profesional, por miedo a ser encasillados o derechamente discriminados.
Lo que hoy sabemos de la condición del espectro autista es muy distinto a esos viejos estereotipos. Se trata de una condición del neurodesarrollo y no de una enfermedad. En palabras simples, los cerebros y conexiones neuronales de las personas en el espectro autista se estructuran y funcionan de manera distinta a los de las personas neurotípicas. Tienen una forma distinta de percibir el mundo y de desenvolverse en el mismo comparados con la mayoría de las personas, y esto los hace diferentes; no mejores ni peores, sólo diferentes.
Como mamá de un joven que pertenece al espectro autista, la vida me ha llevado a relacionarme con muchas personas con su misma condición. Niños, adolescentes y adultos, hombres y mujeres, y no sólo en terapias o grupos específicos, sino en todas partes, también en mi vida profesional.
Esta experiencia me ha demostrado que el primer paso para eliminar los prejuicios es hablar del tema con naturalidad y explicar de qué se trata la condición del espectro autista. Por eso los invito a todos a aprender del tema, a preguntar sin miedo a aquellas personas que ustedes conozcan y que tengan a algún cercano con esta condición. Se darán cuenta que se trata de algo más común de lo que muchos creen, y, que es una condición que no impide ni limita un desarrollo pleno de la persona en todas sus dimensiones, incluido su desarrollo laboral y profesional.
Claro está que la condición del espectro autista trae consigo desafíos. Conocer estos desafíos es lo que permite, no sólo a la persona y a su familia encontrar las mejores estrategias para enfrentarlos, sino también permite a toda la sociedad apoyar e incluir a un grupo de personas que tienen muchos talentos y fortalezas para aportar en la vida de todos nosotros.
No perdamos estos talentos en base a estereotipos añejos. Conversemos. Preguntemos. Aprendamos. Y, por sobre todo, incluyamos.
María Fernanda Brahm M.
Abogada, socia de Arteaga Gorziglia