En España, el Consejo de Ministros aprobó la Ley de Servicios de Atención a la Clientela, una norma que persigue garantizar la protección una atención de calidad, personalizada y accesible para todos los consumidores. Incluye medidas como limitar los tiempos de espera telefónicos a 3 minutos, prohibir el uso exclusivo de contestadores automáticos en la atención telefónica y limitar el plazo de resolución de reclamaciones a 15 días. La norma, que espera entre a regir antes de fin de año, se aplicará a todas las grandes empresas, salvo aquellas que cuenten ya con normativa sectorial.
La razón de fondo radica en que la base de la discriminación se encuentra en sesgos que forman parte del inconsciente de los seres humanos y que nos hacen tomar la mayoría de nuestras decisiones del día a día.