María José Gutiérrez, gerente general Grupo educacional Enovus

"​Paternalismo” y financiamiento en educación superior

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Cartas al director

Sr. Director,


Distintos especialistas han estimado que la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) puede costar cerca de 11 mil millones de dólares. En forma paralela a este debate, desde el Servicio Local de Educación Pública (Slep) de Atacama nos llegaron noticias en 2023 sobre una profunda crisis, mientras que, desde diferentes tribunas, expertos en educación ponen el acento una y otra vez en la urgencia de focalizar esfuerzos en la educación inicial.


Si comparásemos las distintas etapas de enseñanza con el ciclo vital de una persona, podríamos ver que en los primeros años se necesitará de una asistencia total para lograr los primeros pasos, aprender a leer, y comenzar a adquirir conocimientos y habilidades para desenvolverse en sociedad, dependiendo totalmente de sus padres y de otros adultos. Pero los niños se transforman paulatinamente en adolescentes, jóvenes y adultos, sumando autonomía, competencias y flexibilidad para desarrollarse adecuadamente, y comenzar a generar sus primeros ingresos. Más allá de los vínculos afectivos, el paternalismo protector de los primeros años irá siendo cada vez menos relevante.


Si en el ciclo natural de una persona es necesario poner el máximo esfuerzo paternalista en sus primeras etapas de crecimiento y aprendizaje, para ir incorporando flexibilidad y responsabilidad con el paso del tiempo, ¿por qué en el debate público en educación se insiste una y otra vez en tratar de extender ese paternalismo a todos los niveles educativos? No habría problemas si Chile tuviera fondos inagotables, pero tal como ocurre con las familias, a nuestro país no le sobran los recursos.


El mundo es tremendamente dinámico, la tecnología avanza a una velocidad nunca vista, y quienes no se suban al carro de la educación permanente para irse adaptando a los tiempos simplemente quedarán atrás. Entonces, al igual como ocurriría con una persona, ¿por qué no concentrar el máximo paternalismo del Estado en las primeras etapas de la formación, pero que en la educación superior lo que abunde sea la flexibilidad de formatos y sistemas de acceso, modelos innovadores de financiamiento apalancados en la empleabilidad de los alumnos, innovación y tecnología que genere altos niveles de eficiencia, agilidad en reconocimientos de aprendizajes previos y la vinculación de programas de estudio con las dinámicas necesidades del mercado laboral? Los años de estancamiento económico y que la última prueba Pisa nos haya mostrado los escasos avances en una década de escolaridad, son señales que nos llaman a gritos a revisar integralmente todo el modelo.


En este contexto, resulta alentador que rectores de universidades junto al ministro de Educación estén avanzando en una agenda de modernización para potenciar la oferta de carreras online. El mundo globalizado también es digital, y nuestra educación superior debe avanzar al ritmo que imprimen esas transformaciones. Esta mirada también debe incorporar a la formación técnico profesional, en la que hoy se están educando más de 550 mil personas, con una variación al alza de un 10% en los últimos 4 años que se explica en gran medida, justamente, por el aumento de matrículas en carreras online. Las actualizaciones regulatorias y de financiamiento deberían ser diseñadas con la sensibilidad necesaria para reconocer las características singulares de estos modelos flexibles, con el fin de fortalecer el acceso a la educación superior para miles de chilenos y chilenas que, de otra manera, se verían privados de la oportunidad de estudiar.


María José Gutiérrez

Gerente general Grupo educacional Enovus

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