Científicos reportan en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el descubrimiento de los restos de una vasta comunidad animal que habitó el Ártico europeo hace 75.000 años.
Los huesos de 46 especies de animales, incluyendo mamíferos, peces y aves, fueron descubiertos en una cueva en la costa norte de Noruega, lo que representa el ejemplo más antiguo de una comunidad animal en el Ártico europeo durante este período más cálido de la edad de hielo.
El equipo de investigación cree que los huesos ayudarán a los científicos a comprender cómo la fauna respondió en el pasado a los drásticos cambios climáticos, información de gran relevancia para la conservación actual.
"Estos descubrimientos ofrecen una excepcional instantánea de un mundo ártico desaparecido", afirmó el primer autor del estudio, el Dr. Sam Walker, de la Universidad de Bournemouth y la Universidad de Oslo. "También destacan la vulnerabilidad de las especies adaptadas al frío ante las condiciones climáticas cambiantes, lo que puede ayudarnos a comprender su resiliencia y el riesgo de extinción en la actualidad", añadió.
OSOS, BALLENAS Y AVES
Entre los animales identificados se encontraban osos polares, morsas, ballenas boreales, pardelas atlánticas, eideres comunes, perdices nivales y bacalaos atlánticos. El equipo también encontró lemmings de collar, una especie actualmente extinta en Europa y que nunca se había encontrado en Escandinavia hasta ahora.
Las pruebas de ADN también revelaron que los linajes de estos animales no sobrevivieron al regreso del frío.
"Tenemos muy poca evidencia de cómo era la vida en el Ártico en este período debido a la falta de restos preservados de más de 10.000 años de antigüedad", declaró la autora principal, la profesora Sanne Boessenkool, de la Universidad de Oslo. "La cueva ha revelado una mezcla diversa de animales en un ecosistema costero que representa tanto el entorno marino como el terrestre", añadió.
La cueva Arne Qvamgrotta fue descubierta en la década de 1990, cuando una industria minera local construyó un túnel a través de la montaña cercana. Había permanecido prácticamente inexplorada durante casi 30 años cuando el equipo de investigación realizó grandes excavaciones en 2021 y 2022 y desenterró los secretos de la cueva.
La variedad de animales sugiere que el hábitat en ese momento estaba prácticamente libre de hielo a lo largo de la costa tras el derretimiento de los glaciares. Esto habría proporcionado un hábitat adecuado para los renos migratorios cuyos restos descubrieron.
La presencia de peces de agua dulce implica que habría lagos y ríos dentro de la tundra y que debía haber hielo marino frente a la costa para algunos mamíferos, como las ballenas de Groenlandia y las morsas. Es probable que el hielo marino fuera estacional, ya que se sabe que las marsopas comunes, también halladas entre los restos animales, evitan el hielo.
MURIERON AL NO PODER MIGRAR
Aunque estos animales colonizaron la región tras el derretimiento de los glaciares durante este período, parece que poblaciones enteras murieron al no poder migrar a ecosistemas alternativos cuando el hielo regresó y cubrió el paisaje.
"Esto pone de relieve cómo las especies adaptadas al frío tienen dificultades para adaptarse a los grandes fenómenos climáticos. Esto está directamente relacionado con los desafíos que enfrentan hoy en el Ártico, a medida que el clima se calienta a un ritmo acelerado", afirmó el Dr. Walker. "Los hábitats en los que viven estos animales en la región hoy en día están mucho más fragmentados que hace 75.000 años, por lo que es aún más difícil para las poblaciones animales desplazarse y adaptarse", añadió.
"También es importante destacar que se trató de una transición a un período más frío, no de un período de calentamiento como el que enfrentamos hoy", afirmó la profesora Boessenkool. "Y estas son especies adaptadas al frío; por lo tanto, si tuvieron dificultades para afrontar períodos más fríos en el pasado, les será aún más difícil adaptarse a un clima más cálido", concluyó.
El estudio fue una colaboración entre la Universidad de Oslo, la Universidad de Bournemouth, el Museo Universitario de Bergen, la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida y otras instituciones.