El cambio climático ha ido mostrando sus efectos en diferentes ámbitos de nuestro que hacer cotidiano, pudiendo, entre otros tantos efectos, ver los causados por la mega sequía que ha impactado gran parte de nuestro territorio en la última década, teniendo el presente año recién un pequeño respiro.
Sin embargo, como es sabido, el cambio climático, es un fenómeno global, afectando las más diversas latitudes y de diversa forma, siendo una de ellas, a los lagos y acuíferos que alimentan el canal de Panamá.
De lo antes mencionado han dado cuenta varios reportes publicados las últimas semanas señalando el impacto que la falta de lluvias está generando en la navegabilidad y funcionamiento de tan importante vía para el tránsito de naves entre los océanos Atlántico y Pacífico. Ha significado que, de las tradicionales 35 embarcaciones diarias que cruzaban el canal, la cantidad se haya reducido a 22 en el presente, proyectándose que para los próximos meses esa cantidad disminuiría aún más, a 18.
Para establecer un orden en el cruce por el canal, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), requiere se reserve con tiempo el día se espera realizar el tránsito, lo que no es del todo fácil para todo tipo de naves y, por ende, cargas. Lo anterior genera una prioridad al momento de llegar al canal. Dado lo anteriormente mencionado, regularmente cruzan sin mayor espera, buques de pasajeros y portacontenedores, quedando más rezagados, aquellos que transportan granos, cuyo tiempo de espera se ha visto incrementado sustancialmente.
Es por lo anterior que, las navieras, que buscan llevar estos granos con destino a puertos en Asia, han comenzado a derivar sus embarcaciones por una ruta más larga, como lo es a través del canal de Suez y el Mar Rojo, lo cual constituía hasta hace poco una variante que solo implicaba un mayor tiempo en el desplazamiento, pero que se veía compensado por los referidos tiempos de espera en el canal de Panamá.
Sin embargo, el escenario antes señalado está cambiando, y con rapidez. La amenaza planteada por los rebeldes hutís, que fuera abordada en columnas pasadas, originalmente orientada solo a afectar activos de Israel, las últimas semanas se ha intensificado, atacando mercantes de diferentes banderas y buques de guerra de la marina de los Estados Unidos, y el pasado 10 de diciembre, a la fragata francesa “Languedoc”, la que se había sumado a la iniciativa europea EMASoH (European-led Maritime Awarness in the Straight of Hormuz – Operación “Agenor”).
Lo descrito en los párrafos precedentes nos permiten visualizar los alcances del cambio climático y cómo, sus efectos, pueden traer consecuencias importantes a la logística de granos, conectándose, además, con eventos, aparentemente, sin relación y que nos pudieran parecer tan distantes como lo puede ser Yemen y los rebeldes hutís.
Esta realidad genera un potencial incremento en el movimiento de naves hacia el Estrecho de Magallanes o más al sur, lo que nos debiera llevar a reflexionar respecto de cuán preparados estamos para apoyar este incremento sustantivo del tráfico marítimo.
Ante la pregunta, si la reflexión anterior constituye una oportunidad, la respuesta sería un sí; sin embargo, Punta Arenas, con una posición privilegiada en el estrecho de Magallanes y reconocida por su posición estratégica como nodo de apoyo logístico para las operaciones que buscan proyectarse hacia la Antártica, desde hace mucho tiempo busca el desarrollo de infraestructura portuaria para consolidar ese sitial. Tal vez, los efectos negativos que implican el cambio climático y los referidos conflictos mundiales, son la oportunidad para agregar argumentos al imperativo del desarrollo de esta infraestructura tan necesaria en nuestro Chile Austral.
Leonardo Quijarro Santibáñez
Profesor Residente Sostenimiento y Planificación en Academia de Guerra Naval
Contraalmirante en retiro. Es Licenciado en Ciencias Navales y Marítimas. Ingeniero Naval Electrónico, Academia Politécnica Naval. Magister en Ciencias Navales y Marítimas, Academia de Guerra Naval. Diplomado en Ingeniería Industrial con mención en Gestión de Empresas, Universidad de Concepción. Diplomado en Asuntos Antárticos, Universidad de Magallanes. Diplomado en Alta Dirección, Academia de Guerra Naval. Profesor Militar de Academia en la especialidad de Operaciones Navales.