Conscripción, gasto militar, utilidad y empleo de capacidades militares entre otras, estuvieron bajo permanente escrutinio y con una mirada de mayor distancia ante la “imposibilidad” de retroceder en el nuevo orden mundial post Guerra Fría, llevando, como consecuencia, a una cada vez menor asignación de recursos para la Defensa que, a contar de febrero de 2022, trajo a todos una la realidad que continua hasta el día de hoy.
Nuestro día a día fluye con la intensidad y rapidez de un mundo globalizado, inmerso en la velocidad de los datos y las redes sociales, corriendo de un lugar a otro, sin dejarnos mucho tiempo para la reflexión, a mirar la historia y menos, para poder recoger las experiencias y enseñanzas que nos legaron insignes compatriotas que han sido capaces de superar sus tiempos y convertirse en referentes que trascienden a épocas y edades.
El conflicto militar entre el Estado de Israel y el grupo islámico Hamás ya completa más de 7 meses, con pérdidas de vidas significativas para ambos bandos, sin una solución total en el corto plazo.
El cambio climático ha ido mostrando sus efectos en diferentes ámbitos de nuestro que hacer cotidiano, pudiendo, entre otros tantos efectos, ver los causados por la mega sequía que ha impactado gran parte de nuestro territorio en la última década, teniendo el presente año recién un pequeño respiro.
La prensa internacional ha destacado estos últimos días la investigación que están siguiendo los gobiernos de Finlandia y Estonia respecto de los daños sufridos en el mes de octubre por infraestructura submarina que recorre el golfo de Finlandia.
El día de hoy, un portal de defensa publicó que los rebeldes hutís derribaron un vehículo aéreo no tripulado o drone estadunidense sobre el mar Rojo. Si recordamos, pocos días después de los ataques de Hamas a Israel, también se reportaba de ataques con misiles desde Yemen atribuidos al mismo grupo.