Sr. Director,
Por estos días, el proyecto de ley que busca establecer un equilibrio entre la vida familiar y laboral está en discusión en la comisión de Trabajo del Senado. Esta ecuación no es fácil.
Precisamente, la evidencia indica que cuando hay políticas organizacionales que buscan integrar ambos aspectos, se ve una mayor productividad, menor ausentismo y mejor desempeño (Jiménez y Moyano, 2008; Jiménez y León, 2010). Mejorar las habilidades de crianza no sólo favorece el bienestar personal en el hogar, sino que también beneficia el funcionamiento de los empleados en el trabajo (Sanders y Stallman, 2011).
Tenemos la norma NCh3262:2021, sobre Gestión de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal, pero sólo sugiere la incorporación de programas y facilidades. La conciliación debiera ser un derecho de todas las personas. Los privados no sólo deben quedarse con lo que indica la normativa, sino que impulsar el debate y abrirse a este derecho. Y si, hay algo positivo que nos dejó la pandemia, fue la posibilidad de cumplir con nuestras funciones de manera remota o híbrida. Desde SOAINT, estamos trabajando en ello y en la certificación, aplicando la norma y la política para contribuir positivamente en este balance y alcanzar la igualdad de oportunidades sin discriminar.
La sociedad la construimos todas las personas, por lo que las empresas también deben poner de su parte para que todos tengan un mejor bienestar, tanto en la casa como en el trabajo. Debemos trabajar en ello.
Josefa Poblete,
Consultora de Economía con estudios de género y Gestora de Inclusión Laboral en SOAINT