La implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en las empresas ha traído consigo varios desafíos para la ciberseguridad. Desde la Brigada de Cibercrimen de la PDI señalan que entre 2021 y 2022 se produjo un aumento del 61% en los casos investigados por delitos informáticos.
Durante el último tiempo los avances tecnológicos han revolucionado el mundo y, sin lugar a duda, se han convertido en una herramienta que ha facilitado diversos aspectos de nuestro día a día. No obstante, también dio paso a la ciberdelincuencia, afectando a una gran cantidad de personas y entidades, tanto públicas como privadas.
Desde la Brigada de Cibercrimen de la PDI señalan que entre 2021 y 2022 se produjo un aumento del 61% en los casos investigados por delitos informáticos. “La IA es utilizada por los ciberdelincuentes para mejorar sus habilidades y aumentar su capacidad de realizar ataques informáticos más efectivos y difíciles de detectar por los sistemas tradicionales, mejorando las técnicas de ingeniería social, que permite engañar a los usuarios y obtener información confidencial o acceso a sistemas y redes”, señala Leonardo Berro, fundador y experto de Security Advisor.
Sin embargo, no es a lo único que se tienen que enfrentar las organizaciones. La privacidad y la protección de datos también son preocupaciones importantes. La IA utiliza grandes cantidades de datos para mejorar los modelos, lo que puede afectar la privacidad, además, pueden ser sesgados provocando decisiones discriminatorias que afectan a individuos o grupos específicos.
“Existe un riesgo real, en que los modelos de IA sean manipulados para introducir amenazas en el sistema, lo que podría tener consecuencias graves, como decisiones erróneas en sistemas médicos o accidentes de tránsito en vehículos autónomos”, afirma Berro.
Según los expertos, la relación entre la IA y la ciberseguridad empresarial seguirá evolucionando en el futuro. La IA tomará decisiones cada vez más críticas en nuestras vidas, por lo cual la seguridad de esos sistemas se tornará esencial.
Por ello, es importante que las empresas adopten medidas preventivas para minimizar los riesgos. La colaboración entre empresas, expertos en ciberseguridad y desarrolladores de IA será clave para garantizar que esta se utilice de manera responsable y segura.
