Matías Padilla, Fundación para el Progreso

​30 Años

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Cartas al director


Sr. Director,


No fueron los treinta pesos el detonante del estallido social ni los supuestos treinta años de abusos, tampoco lo fue la lucha por la obtención de la “dignidad”; sino el presidente de turno y todo lo que él representaba. Hoy los combustibles y alimentos tienen alzas grotescas cada semana, pero el lugar lo ocupa otro, uno que comulga con sus ideas y que hasta el momento parece representarles, conclusión que podemos obtener dada la pasividad de la movilización social en unos momentos críticos para el país y la calidad de vida de quienes le habitamos. Al parecer todo quedó en consignas de una tierra mejor, pero la realidad del país entona otra canción: la de la inflación, violencia, ánimos separatistas y un proceso constituyente que lejos queda de valores como la unidad nacional, primacía de la persona humana o el dialogo cívico, que tan lejos nos llevaron.

En fin, no fue ni la primera ni la última excusa que se inventaron la que motivó a quienes jugaron a ser revolucionarios, solo era el gobernante de turno, el modelo institucional y económico que representaba. Es decir, una visión legitima de país que muchos compartimos y que nos llevó a la mejor versión de Chile


Matías Padilla

Fundación para el Progreso

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