Redundancia

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Javier Fuenzalida A3SEMANA.web (6)


Exceso, más de los necesario, latera, es la característica del proyecto de nueva constitución. Excesivamente retórica, reiterativa, a veces confusa. Artículos e incisos extremadamente largos, casi novelescos, maximalistas innecesariamente. Es el resultado de un trabajo de 155 convencionales, la mayoría inexperto y también ignorantes de los que es una constitución y su contenido. Cunde el rechazo, 48 % contra 35 % del apruebo.


Si bien la democracia radica en el pueblo, no significa que éste sea premio nobel, científico o filosofo. Los que poseen amplios conocimientos de las ciencias y las ideas (no confundirlo con elite) también forman parte del pueblo y están mejor equipados para asumir su representación para dotarnos de una norma como la Constitución.


La actual tiene143 artículos que suman 31.244 palabras. El proyecto que se nos propondrá es una monstruosidad de 499 artículos, con 49.637 palabras. ¿Tanto ha cambiado Chile?


Es un monumento a la verborrea intrascendente. Llena de frases grandilocuentes, rebuscadas, hasta siúticas. Su extensión es solamente comparable a de La India (146.000), Malasia (60.000), México (57.000) y Ecuador (49.000).


El promedio mundial palabras de las constituciones es de 22.291. Si revisamos la historia, la Carta Magna que data del 2015 tiene 6.400 palabras y no esta anticuada. La de USA (1789) tiene 7.762, Japón (1946) 5.000, Finlandia (1999) 12.640. Ningún país desarrollado sobrepasa ese número y no son menos democráticos que una extensa lista de países de menor desarrollo, lateros en cuanto a la extensión de sus constituciones (de 30.000 hasta 146.000 palabras).


El catálogo de los derechos en la nuestra suma 46 tipos y está casi en el promedio de las constituciones del mundo. El de Australia, el más espartano con 11 derechos, y Portugal el más extenso con 87.


La Carta magna del 1215, tal vez la más antigua vigente, define 44 derechos. El número no significa ser más o menos civilizado o democrático. La francesa define 13 derechos, Austria 15, Islandia 40, Alemania 48, Suiza 65.


No he leído todas esas constituciones. Con paciencia leí nuestro actual proyecto y quedé con la sensación de que la constituyente fue, a veces, pedante cuando no ignorante. Si el borrador hubiera sido sometido a la consideración de expertos constitucionalistas, con toda seguridad tendríamos un documento más sencillo, entendible, sin pecar de omisiones ni exageraciones.


El principio de la igualdad ante la ley da la impresión de que es violado repetidas veces, como cuando se establecen normas en favor de otros ciudadanos que, siendo chilenos, son ahora llamados originales, transcurridos más de 200 años desde nuestra independencia y casi 500 desde el descubrimiento.


Otra desigualdad es la restitución de tierras. ¿Cómo lo harán si es que a alguien o algún descendiente hay que devolverle?


¿A quién se le devolverá el Cerro Santa Lucía, el San Cristóbal, el Ñielol, de la Cruz en Coquimbo…Los ríos, mares y lagos? ¿Prescribe el derecho de propiedad?


Si el plebiscito la aprueba, cosa que hasta el momento no ocurrirá dado que más del 50 % votaría por el rechazo, viviremos una etapa en que los conflictos constitucionales serán tan extensos como los procesos judiciales por partes del tránsito. Cada nueva norma, decreto, proyectos de ley, acabará en el Tribunal Constitucional.


Otra manía de la convención ha sido cambiarle el nombre innecesariamente a las instituciones, como si con ello se pretendiera indicar modernidad, puesto que no se alteran significativamente las facultades, los contrapesos o los roles de las instituciones existente.


La Cámara de Diputados será siendo lo mismo, aun cuando se le agregue “de Diputados y Diputadas”. Si con ello quiere indicarse que sus miembros será hombre y mujeres, pero sigue siendo restrictivos porque no se reconoce ahora que el concepto de género es más amplio. En estricto rigor, debiera llamársele Cámara de Diputados, Diputadas y Transexuales o Cámara de Géneros.


En el idioma español, nuestra lengua, hay sustantivos que expresan indistintamente el género como, por ejemplo, todos, pueblo, grande, jóvenes, No hay todes, puebla, granda ni jovenas. Pueblo es un colectivo que abarca a todo el género. Hay muchos más ejemplos.


De igual modo, el Senado continuará siendo una cámara revisora pero que también puede ser inicial en determinados proyectos de ley. Su estructura siempre ha sido regionalista. Cambiarle el nombre por Cámara de la Regiones no altera su naturaleza. ¿Cómo se designará a sus miembros? ¿Camaristas, Regionaleros? Agregársele ”de las regiones” es gastar más saliva y tinta innecesariamente ya que no implica ningún progreso democrático nuevo.


¿Cambiará la naturaleza del Poder Judicial con el cambio de nombre? Obvio que no. Como tampoco se altera la designación del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, eliminarle “poder” al judicial significa disminuirle su importancia y eliminar los contrapesos.


Algunos de los cambios se generarán en algún instante futuro y es lo que debe indicarse en los artículos transitorios, particularmente el plazo. Por ejemplo, en la actual Constitución se derogó la contribución de bienes raíces, lo que se indicó en el artículo sexto transitorio. Nunca se ha cumplido.


Otras disposiciones se refieren a “territorios”, particularmente de que presuntamente fueron de propiedad de los pueblos originarios (son 17 pero solo se reconocen 11). Sin embargo, no existe ningún territorio autónomo, ni siquiera con una superficie geográfica que pudiera identificárselo como tal.


Por ejemplo, cuando se observa la Araucanía con fotografías satelitales, no hay ninguna extensión en hectáreas ni km2 suficientemente grande como para definirla como un territorio. Hay cientos o miles de propiedades que pertenecen indistintamente a chilenos, mapuches o no. ¿Podrá un fundo o hacienda adquirir un carácter de territorio, autónomo política y administrativamente?


A medida que avanzas los días y nos acercamos al plebiscito de septiembre próximo, aumentan los críticos y los votos de rechazo, porque hay más información que delata improcedencias o arbitrariedades. Por ejemplo, las abundantes menciones, derechos o privilegios otorgados a los llamados pueblos originales, violan el principio más importante de la democracia cual es la igualdad ante la ley.


Extremar privilegios como la devolución de tierras es una antesala de un nuevo tipo de reforma agraria, esta vez, extensiva a cualquier bien raíz, urbano o rural. Hay un claro debilitamiento del derecho de propiedad que hará posible la expropiación de tierras de las empresas forestales ¿Qué futuro tendrán los 1,2 millones de personas dependientes de ese sector?


¿Quiénes serán los beneficiarios de las restituciones? ¿Hay algún descendiente del mitimae Vitacura designado por los incas como gobernador de la cuenca de Santiago? ¿Cómo lo demostrarán?


¿A quién se devolverá el cerro Huelén (Santa Lucía) del que se apropió por la fuerza el rey de España por intermedio de Pedro de Valdivia?


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