La explosión social que hemos vivido en estos días fue inesperada, pero surgió de una tensión acumulada hace ya mucho tiempo en nuestra sociedad. Ha sido producto de las desigualdades y de la evidente falla de nuestro sistema político para ser un real espejo de las necesidades ciudadanas.
Ha causado comentarios en redes sociales el caso de la estudiante de la Universidad de Chile que fue agredida por sus compañeros bajo el argumento de ser ella una persona de derecha. Esto muestra el progresivo avance que tiene la crisis de nuestro sistema público de educación en el campo valórico y político.
En la tradición republicana los partidos políticos representaron corrientes de pensamiento que sostenían postulados sobre la sociedad y su cambio, pero que nunca imponían un rígido marco ideológico a toda discusión sobre política pública.
Es cada vez más evidente la necesidad de una formación superior de índole transversal disciplinariamente. En el pasado, las universidades cultivaron una estricta separación disciplinaria para potenciar .su organización e incentivar el intercambio de ideas provenientes de los distintos campos
El problema climático se ha transformado en una poderosa herramienta política sobre la base de su innegable trascendencia en el contexto del largo plazo.
La ciudadanía vive momentos de desconcierto en medio de su mala evaluación de las instituciones del Estado y de su deplorable apreciación del desempeño de políticos, partidos y alianzas diversas, poniendo en cuestionamiento las bases mismas de la democracia.
Se discutió con celeridad debido al afán de mostrar políticas “progresistas” sin importar mucho sus reales consecuencias. La “gratuidad” instaurada para la educación superior nunca se discutió en el contexto de aquellas cosas que se dejarían de abordar con los mismos recursos.
Buen gobierno implica cumplir al menos tres condiciones para tener solvencia ante la natural oposición y conservar la conducción y liderazgo ante la ciudadanía. En primer lugar, se requiere compromiso con los lineamientos que sostuvieron las propuestas formuladas para su elección.
Ingresaba a las ceremonias destacadas del Instituto Nacional su histórico estandarte, mantenido siempre en una vitrina que todos veneraban por el precioso contenido. Enhiesto en manos de un estudiante secundado por otros dos, el emblema ingresaba orgulloso al recinto en medio del silencio venerado de los asistentes.
El populismo consiste en prometer o realizar políticas solamente para condescender con expectativas o ansias populares, ya sea manifestadas abiertamente o contenidas en un rango amplio de expectativas.
Se ha dado espacios de injustificada tolerancia al extremismo manifiesto en protestas estudiantiles. Las protestas protagonizadas por “encapuchados” han ido creciendo en inexplicable violencia, no sólo contra la policía que intenta controlar los desmanes, sino también ahora último contra profesores, peatones y los propios estudiantes.
Por eso, es importante que la política pública se concentre en prepararnos para un escenario de mayor desempleo como un fenómeno permanente producto de la cuarta revolución industrial que vivimos, y procurar mejorar las competencias laborales para enfrentar esa nueva realidad.
Se logró un acuerdo entre (parte de) la oposición y el gobierno sobre una reforma al sistema de pensiones. A lo largo de los años, esta materia ha deambulado entre distintas comisiones y se han enarbolado innumerables propuestas que, en definitiva, no se han consolidado en una reforma por su falta de consistencia técnica.
Estamos formando a los niños y jóvenes de la educación pública en una cultura de violencia y choque social. No se trata sólo de buscar a los culpables para castigarlos y con ello construir nuevas fuentes de disputa y controversia medial.
Se escucha amenazante la voz de la autoridad en orden a “cerrar” el Instituto Nacional, eventual decisión que ha provocado en muchos una adhesión manifiesta. La idea, expuesta simplemente, es cerrarlo, dejar fuera a los alumnos que causan los desórdenes y volver a abrirlo sólo para los que efectivamente deseen estudiar. Una solución “de pizarrón” que obvia aspectos no menores.
Se apagó su voz combativa, quedó muda su inteligencia y se vaciaron los espacios ocupados por su recia personalidad.
Una democracia es imperfecta si acaso la oposición a un gobierno es solamente reactiva, y no posee una propuesta de fondo que permita articular un diálogo estableciendo las diferencias y las convergencias necesarias para avanzar.
asta la primera década de este siglo, el Instituto Nacional mantenía un claro liderazgo en el sistema educacional, y marcaba hitos relevantes en sus resultados educativos. Ha bastado menos de una década para que todo eso se haya desmoronado, y el “primer foco de luz de la Nación” se haya convertido en una estremecedora sombra.
Dentro de los anuncios formulados en la última Cuenta Presidencial, la iniciativa de reducir el número de Parlamentarios a 120 Diputados y 40 Senadores ha destacado por el apoyo que concita. Las razones del generalizado apoyo que se observa radica en cinco razones principales, que hacen de la propuesta no una populista sino una más bien realista.
El cambio en el currículo de la enseñanza media habría sido objeto de estudio durante mucho tiempo antes de su aprobación por el CNED. A pesar de ello, parece ausente la mirada de conjunto que ha de reflejarse en los propósitos centrales de la formación que se obtiene en la enseñanza general.