|   | Luis Riveros | 
La figura de don Andrés Bello es clave como ícono de la consolidación de la República de Chile, y como personaje sobresaliente de nuestras letras y ciencias. Su monumento, frente a la Casa Central de la Universidad de Chile, permanece despiadadamente ensuciado por quienes seguramente nunca han sabido de quién efectivamente se trata.
Varias veces se ha referido el discurso de don Enrique Mc Iver en el Ateneo de Santiago pronunciado durante los primeros años del siglo XX. Decía el ilustre hombre público que “los chilenos no somos felices”; es decir, a pesar de un mayor progreso y de la sensación de un país que se expandía en forma significativa, había, según él, un sentimiento de pesar y de frustración que era evidente. Y ocurrieron protestas significativas para la época, en Santiago, Valparaíso e Iquique, sólo para mencionar las más importantes, las cuales reflejaban un malestar que a veces no tenía un foco definido y preciso, pero que ponía a la Nación bajo un designio de gran inestabilidad.
Abundan ideas en torno a lo que debería contener una nueva Constitución, incluyendo cosas que resbalan hacia un puro e inocente idealismo, que las más de las veces no considerará una necesaria legislación para acometer los temas más específicos.
Chile entra a una decisiva y delicada etapa después del Plebiscito y sus contundentes resultados. Una etapa crucial que estará rodeada de gran incertidumbre, en la misma medida en que persistan intenciones imponer criterios y conductas por medio de la fuerza o del temor. Si eso ocurre, habrá resultados inconvenientes para el país y, finalmente, para la condición social y económica de la población.
El país está remecido por los resultados visibles del profundo quiebre que se agudiza en el seno de la sociedad chilena. Sin guía efectiva de parte de los liderazgos políticos, con un Congreso mal evaluado por la ciudadanía y un gobierno que parece haber decidido ponerse al margen de los acontecimientos, el país está a la deriva.
Marta vino desde la lejana Varsovia a estudiar un semestre de economía en Chile. Estudiante de la disciplina en la Universidad de Varsovia, decía que se había sentido atraída por el éxito de la economía chilena, que tan bien sobresalía sobre el resto de Latinoamérica.
Nuevos escenarios de violencia se verifican a lo largo del país. Como secuela, hay jóvenes y policías heridos seriamente, muchos detenidos y hasta un asesinato en la golpeada Región de la Araucanía. Hay ataques incendiarios a propiedad privada y también pública, incluyendo buses del transporte público.
Los partidos políticos y las agrupaciones de partidos, tanto y como la gran mayoría de sus actores directivos y representantes de elección popular, están preocupados de cuestiones bien alejadas del interés ciudadano.
Se ha desatado controversia en torno al rol que juegan muchos políticos en materias comunicacionales, especialmente su participación en actividades que más bien corresponden a la farándula de artistas y comunicadores.
El país está emprendiendo una importante iniciativa para la recuperación de la inversión nacional. Sabemos que éste es un aspecto clave para la recuperación económica que se espera para el año 2021, y que ha sufrido algunos giros negativos por el retiro de inversionistas importantes y por la situación de espera en que se encuentran muchos proyectos privados.