MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Reino Unido ha anunciado este martes una serie de medidas de seguridad después de que la Inteligencia británica haya emitido una alerta sobre un caso de espionaje a parlamentarios británicos vinculado a China.
El plan contempla organizar reuniones informativas sobre seguridad para los partidos políticos, así como nuevas directrices para los candidatos electorales y un endurecimiento de la normativa de donaciones a través de una nueva ley sobre elecciones.
El Gobierno tiene previsto también invertir 170 millones de libras esterlinas en la renovación de tecnología y modelos de encriptación para funcionarios públicos, mientras que dedicará otros 130 millones de libras para fortalecer a la Policía Antiterrorista.
El secretario de Estado de Seguridad británico, Dan Jarvis, ha informado en un comunicado de que estas medidas se producen en respuesta a "un intento encubierto y calculado por parte de China de interferir" en los "asuntos soberanos" de Reino Unido.
"Como país con una larga y orgullosa historia de comercio por todo el mundo, nos interesa seguir persiguiendo una relación económica con China, pero este gobierno siempre desafiará a los países que socaven nuestro modo de vida democrático", ha resaltado.
El servicio de seguridad de Reino Unido, el MI5, ha emitido recientemente una alerta a diputados y personal parlamentario tras destapar una red de espionaje vinculada a Pekín que buscaba reclutar a británicos con acceso a información sensible sobre el Parlamento y el Gobierno británico.
En concreto, los servicios secretos detectaron al menos dos perfiles en la red social LinkedIn "que trabajan para funcionarios de Inteligencia chinos". La advertencia fue enviada en un primer momento al presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, y a su homólogo en la Cámara de los Lores, John McFall.
Un portavoz de la Embajada china en Londres ha catalogado de "calumnias" estas afirmaciones. "Condenamos enérgicamente estas acciones despreciables de Reino Unido", ha resaltado, instando así al país europeo a "cesar de inmediato" dicha "farsa" y dejar de "socavar" las relaciones bilaterales.