Durante décadas, la comuna funcionó bajo normas heredadas de comunas vecinas como La Granja y el Plan Regulador Metropolitano de Santiago. Sin reglas propias, sin inversiones significativas y marcada por la estigmatización, esta comuna quedó atrapada en un ciclo de rezago.
Hoy, esa historia comienza a cambiar. La Pintana inicia la elaboración de su primer Plan Regulador Comunal (PRC), un instrumento que busca ordenar el crecimiento, habilitar suelo para vivienda y equipamiento, y atraer inversión bajo criterios de sostenibilidad y equidad territorial.
“Planificar desde cero es un acto de justicia urbana. La Pintana tiene las condiciones para convertirse en un verdadero subcentro metropolitano si se hace bien”, señala Esteban González, Director de Estudios de AGS Visión Inmobiliaria, en el nuevo capítulo del podcast Café de Ciudad.
Durante años fue la única comuna sin bancos, sin cajeros y con mínima oferta comercial o educativa. Hoy, con la Línea 9 del Metro en construcción, que conectará directamente con el centro y Providencia hacia 2030, el escenario es distinto: la comuna comienza a despertar.
“Durante mucho tiempo La Pintana fue sinónimo de estigma y abandono, pero la llegada del Metro y los nuevos proyectos abren una oportunidad histórica para redefinir su identidad urbana”, agrega David Briones, Jefe de Asesoría Estratégica de AGS.
El nuevo Plan Regulador no busca replicar modelos de otras comunas, sino crear un mapa urbano propio que combine desarrollo, integración y calidad de vida para todos lo vecinos.
Entre sus ejes principales están:
- Activar suelo urbano dormido: más de 300 hectáreas podrían reconvertirse en zonas mixtas de vivienda, empleo y servicios.
- Vivienda digna y diversa: nuevos barrios integrados, con oferta para distintos segmentos sociales, que retengan población y fortalezcan el sentido de pertenencia.
- Espacio público y parques: grandes terrenos como La Platina y Antumapu podrían dar lugar a nuevos pulmones verdes para la comuna.
- Densificación equilibrada: proyectos que financien áreas verdes y urbanización sin generar hacinamiento.
“No basta con dibujar parques en un plano; hay que tener mecanismos para financiarlos y mantenerlos. Esa es la diferencia entre una comuna planificada y una abandonada”, explica González. “Si se logran las condiciones de seguridad y reglas claras, la inversión llega sola. No hay otra zona en Santiago con tanto suelo disponible y tan bien conectada”, afirma Briones.
Para los expertos, este es un momento que no debe desaprovecharse. La participación de los vecinos, empresarios y organizaciones sociales será clave para definir cómo será la comuna en los próximos 20 años.
“Café de Ciudad” es una iniciativa de AGS Visión Inmobiliaria que busca acercar los temas de planificación y desarrollo urbano a la ciudadanía, promoviendo una reflexión sobre cómo crecen las ciudades chilenas. Escucha los capítulos por Spotify y Youtube