OpenAI y Jon Ive tienen que resolver problemas críticos en el desarrollo de su dispositivo inteligente relacionados con su capacidad informática y el asistente de inteligencia artificial, lo que podría retrasar su lanzamiento.
OpenAI adquirió en mayo io, la empresa cofundada por Jonathan Ive, antiguo responsable de Diseño en Apple, para establecer un equipo dedicado al desarrollo de 'hardware' de inteligencia artificial.
Aunque no comparten avances en los trabajos en este área, en septiembre se supo que estaban trabajando en distintos productos, como unas gafas inteligentes, una grabadora de voz digital y un pin portátil, todo ello acompañado de las capacidades de IA de la compañía estadounidense.
En lo que respecta un dispositivo sin pantalla con asistente -previsiblemente le pin portátil- este contará con cámara, micrófono y altavoz, para facilitar la comunicación, y con un diseño portátil, que quepa en la palma de la mano, para poder usarlo sobre un escritorio o sobre la marcha.
Según han compartido varias fuentes conocedoras de estos planes con Financial Times, el desarrollo de este dispositivo, sin embargo, tiene varios frentes abiertos que tanto las dos partes intentan resolver, que incluyen el software y la infraestructura que lo apoyará.
También la capacidad de computación, y cuestiones relacionadas con el asistente de inteligencia artificial, sobre su personalidad, la privacidad y el presupuesto de la potencia informática que necesitará la ejecutar los modelos de lenguaje.
Todo problemas, calificados como críticos, se presentan como factores que obligarían a retrasar el lanzamiento del dispositivo, que será un nuevo equipo destinado al consumo masivo.
Sobre el dispositivo en sí, también han indicado que funcionaría con un modo de pantalla encendida siempre, que no necesitaría ningún gesto ni palabra o frase clave para activarlo. Y que recogería datos durante el día para desarrollar la memoria del asistente inteligente por la noche.