California se enfrenta a una amenaza poco conocida: los terremotos de 'supercizallamiento', que se propagan tan rápido que superan sus propias ondas sísmicas.
En un artículo de opinión publicado en Seismological Research Letters, científicos de la Universidad del Sur de California Dornsife advierten que estos sismos producen temblores más violentos en áreas más extensas que los terremotos típicos, y que California debe actualizar su planificación de riesgos y sus códigos de construcción para reflejar el mayor riesgo de daños.
"Si bien California no tiene mayor probabilidad de sufrir terremotos de supercizallamiento que otras regiones similares con grandes sistemas de fallas como la de San Andrés, la amenaza ha pasado desapercibida durante demasiado tiempo", declaró en un comunicado Yehuda Ben-Zion, profesor de ciencias de la tierra y director del Centro Estatal de Terremotos de California (SCEC), con sede en USC Dornsife. "La frecuencia de estas rupturas de supercizallamiento se ha subestimado considerablemente".
Los científicos comparan los terremotos de supercizallamiento con las explosiones sónicas. Así como un chorro que rompe la barrera del sonido crea una sacudida explosiva en el aire, una ruptura de supercizalladura genera frentes de choque en el suelo cuando supera la velocidad de las ondas de cizalladura sísmicas, explicó Ahmed Elbanna, profesor de ciencias de la tierra y director designado del SCEC. "Rompe la barrera de velocidad de las ondas de cizalladura en las rocas y produce ondas destructivas más fuertes que las generadas por un terremoto normal", explicó.
Esta fuerza adicional puede afectar gravemente a las comunidades. Los terremotos de supercizalladura propagan las sacudidas fuertes a mayor distancia y producen lo que Elbanna denomina un "doble impacto": una sacudida inicial del frente de choque seguida de las ondas de cola.
A nivel mundial, aproximadamente un tercio de los grandes terremotos de deslizamiento de rumbo son de supercizalladura. Esto es importante en California, donde muchas fallas cercanas a grandes áreas metropolitanas son de deslizamiento de rumbo y capaces de generar temblores de magnitud 7 o superior.
MONITOREO MÁS INTENSO
"No podemos decir con exactitud cuándo ni dónde ocurrirá el próximo terremoto, ni cuál será de supercizallamiento", afirmó Ben-Zion, "pero podemos afirmar con certeza que, en las próximas décadas, tendremos múltiples terremotos de magnitud 7 en California.
Los autores advierten que los estándares de diseño actuales no tienen en cuenta completamente la fuerza adicional de un terremoto de supercizallamiento. Los edificios y la infraestructura generalmente están diseñados para las sacudidas más fuertes perpendiculares a las fallas, pero los terremotos de supercizallamiento dirigen su energía a lo largo de la propia línea de falla.
"Las estructuras críticas deberían construirse con este estándar más alto, y hasta ahora no lo están haciendo", afirmó Ben-Zion.
Para prepararse, el equipo solicita un monitoreo más intenso cerca de las fallas principales, simulaciones computacionales avanzadas de escenarios de supercizallamiento y códigos de construcción más estrictos.