Huevos de dinosaurio de 85 millones de años recién datados por científicos chinos mediante un nuevo método de análisis directo pueden mejorar la comprensión del clima del Cretácico.
En el Cretácico, la época anterior a la extinción de los dinoaruiso, la Tierra se vio afectada por una actividad volcánica generalizada, eventos de agotamiento del oxígeno oceánico y extinciones masivas. Los fósiles de esa época se conservan y continúan proporcionando a los científicos pistas sobre cómo pudo haber sido el clima en diferentes regiones.
Ahora, investigadores en China han examinado algunos de ellos: huevos de dinosaurio hallados en el yacimiento de Qinglongshan, en la cuenca de Yunyang, en el centro de China. Esta es la primera vez que se datan huevos de dinosaurio mediante la datación por carbonato de uranio-plomo (U-Pb). El equipo ha publicado sus resultados en Frontiers in Earth Science.
"Demostramos que estos huevos de dinosaurio se depositaron hace aproximadamente 85 millones de años, en el Cretácico Tardío", declaró el Dr. Bi Zhao, autor correspondiente e investigador del Instituto de Geociencias de Hubei. "Proporcionamos las primeras restricciones cronológicas sólidas para estos fósiles, resolviendo antiguas incertidumbres sobre su edad".
Qinglongshan es la primera reserva nacional de fósiles de huevos de dinosaurio de China. Allí, más de 3.000 huevos fosilizados se encuentran distribuidos en tres yacimientos. La mayoría de los fósiles están incrustados en diferentes rocas, como brechas, mezclas de brechas y limolita, y areniscas finas. Los huevos han permanecido mayoritariamente en su ubicación original y presentan una deformación mínima.
Se cree que la mayoría pertenece a una sola especie, Placoolithus tumiaolingensis, perteneciente a la familia Dendroolithidae, un grupo caracterizado por cáscaras de huevo altamente porosas. El fósil de huevo de dinosaurio muestreado, lleno de calcita, provenía de un conjunto de 28 huevos incrustados en limolita con brechas. Para datar el huevo, el equipo utilizó la datación U-Pb.
"Disparamos un microláser a muestras de cáscara de huevo, vaporizando minerales de carbonato en aerosol. Esto se analiza con un espectrómetro de masas para contar los átomos de uranio y plomo. Dado que el uranio se desintegra en plomo a una velocidad fija, pudimos calcular la edad midiendo el plomo acumulado; es como un reloj atómico para fósiles", explicó Zhao, citado por Frontiers.
Los resultados mostraron que los huevos de este cúmulo se depositaron hace unos 85 millones de años, con la posibilidad de que se depositaran unos 1,7 millones de años antes o después. Su edad indica que fueron depositados durante el Cretácico Superior, una época que duró aproximadamente entre 100 y 66 millones de años. Son los primeros fósiles datados con fiabilidad del yacimiento de Qinglongshan.
SUPERA LA DATACIÓN POR MÉTODOS INDIRECTOS
Tradicionalmente, la datación de huevos de dinosaurio se basa en métodos indirectos, como la datación de roca volcánica, capas de ceniza o minerales alrededor de los huevos. Sin embargo, estos podrían haberse formado antes o después de la puesta de los huevos, o podrían haber sido alterados por procesos geológicos. El método utilizado permite una datación precisa de los huevos sin tener que basarse únicamente en los propios huevos.
"Esto revoluciona nuestra capacidad para establecer cronologías globales de huevos de dinosaurio", afirmó Zhao.
El enfriamiento global comenzó varios millones de años antes de la puesta de los huevos, en el Turoniense (que duró aproximadamente entre 93,9 y 89,8 millones de años). Para cuando se pusieron, las temperaturas habían disminuido significativamente. La transición de un clima cálido a uno más frío probablemente influyó en la disminución de la diversidad de los dinosaurios y pudo haber afectado la cantidad de huevos puestos por las distintas especies en Qinglongshan.
"Las estructuras porosas especializadas de los dendroolítidos podrían representar adaptaciones evolutivas a este cambio climático, ya que surgieron nuevos tipos de huevos en todo el mundo durante el enfriamiento", afirmó Zhao.
La estructura porosa de los huevos de los dendroolítidos, que son notablemente diferentes a la de muchos otros huevos de dinosaurio, podría ser una de estas adaptaciones.
"P. tumiaolingensis podría representar un punto muerto evolutivo donde la población de dinosaurios ovíparos no logró adaptarse con éxito a los climas más fríos", explicó Zhao.
Aunque en este estudio se examinaron pocas muestras de cáscara de huevo, todas las pruebas confirmaron edades similares de los fragmentos de huevo, que también coincidieron con la edad de las rocas que los rodeaban. El equipo ampliará el muestreo para incluir huevos encontrados en diferentes capas de roca, lo que podría ayudar a construir una cronología regional. También indicaron que los huevos de dendroolitidos en las cuencas vecinas deberían examinarse en el futuro para rastrear las migraciones de los dinosaurios.
"Nuestro logro tiene importantes implicaciones para la investigación sobre la evolución y la extinción de los dinosaurios, así como sobre los cambios ambientales en la Tierra durante el Cretácico Superior", afirmó Zhao. "Estos hallazgos pueden transformar los fósiles en narrativas convincentes sobre la historia de la Tierra".