En la Edad del Bronce (1.000-800 a.C), la llamada cultura nurágica floreció en Cerdeña. Esta cultura es conocida por sus construcciones de piedra con forma de torre, los nuraghers, y por las pequeñas figuras de bronce, los broncetti, que a menudo representan guerreros, dioses y animales. Estas figuras han fascinado a los científicos, pero su origen metálico exacto se desconoce.
Para determinar la procedencia del cobre presente en estas figuras, el equipo de investigación utilizó un nuevo método científico denominado enfoque multiproxy (una combinación de diferentes análisis químicos). En este método, compararon isótopos de cobre, estaño, plomo y un isótopo más raro, el osmio, para obtener una visión más clara del origen de los metales. El método, desarrollado en el Centro de Arqueometría Curt-Engelhorn de Mannheim, ha permitido resolver un enigma que ha intrigado a los investigadores durante años.
"Los resultados muestran que el bronce se elaboraba principalmente con cobre de Cerdeña, a veces mezclado con cobre de la Península Ibérica (actual España y Portugal). El estudio también reveló que el cobre del Levante -lugares como Timna en Israel y Faynan en Jordania- no se utilizaba en Cerdeña, lo cual solo se evidenció mediante el análisis de isótopos de osmio", afirma el primer autor Daniel Berger, del Centro de Arqueometría Curt-Engelhorn, quien desarrolló el nuevo método, realizó los análisis y proporcionó la interpretación básica.
La investigación se publica en la revista PLOS One.
Mientras que Daniel Berger destaca cómo el nuevo método de análisis isotópico proporciona una visión clara del origen geográfico del cobre, Helle Vandkilde destaca la colaboración entre las ciencias naturales y la arqueología.
Los métodos arqueológicos establecen una base sólida que los métodos científicos más recientes pueden refinar y explicar. Esto pondrá fin a antiguas discusiones. En nuestro caso, los conocimientos geoquímicos más recientes apuntan al origen del metal en zonas geográficas específicas y en ciertas minas. En varios casos, también es posible rastrear una mezcla estratégica de cobre con diferentes orígenes, presumiblemente para lograr ciertos efectos como el color y la resistencia del producto, afirma la profesora Helle Vandkilde, de la Universidad de Aarhus.
Los investigadores también examinaron tres de los santuarios nurágicos más grandes, todos ellos productores de bronces, y descubrieron que el metal utilizado en cada yacimiento era muy similar. Esto sugiere que existía un enfoque común para la producción de estos objetos en toda la isla.
NO SE UTILIZÓ EL PLOMO O EL ESTAÑO LOCAL
Según el grupo de investigación, resulta interesante que, si bien Cerdeña cuenta con fuentes locales de estaño y plomo, estos no se utilizaron en las figurillas. El estaño utilizado para fabricar bronce debió ser importado, probablemente de la Península Ibérica, basándose en las firmas isotópicas de los bronces y los patrones químicos de los objetos de estaño sardos.
Tener la oportunidad de analizar las famosas figuras de bronce de Cerdeña es un paso importante para comprender cómo la isla fue un elemento central del comercio de metales durante la Edad del Bronce. La forma y la ejecución de las figuras encajan con la cultura material de la época, y aun así, contienen rasgos estilísticos que nos resultan sorprendentemente familiares en el sur de Escandinavia.